SKF espera crecer en América Latina gracias a sus nuevos sistemas de monitoreo y a su especial enfoque en la industria oil and gas .
En abril de 2015 Claudinei Reche regresó a las oficinas de SKF Brasil, donde de 2000 a 2005 se había desempeñado como director de ventas del área Industrial, para asumir su presidencia. Los ánimos en la filial local de la compañía sueca de rodamientos y sistemas de lubricación, sin embargo, no eran los mejores. Y es que, como consecuencia de la recesión económica que afrontaba el país en aquel entonces, SKF Brasil pasaba por un difícil momento y de hecho sus ventas ese mismo año cayeron 14%. “Estuve fuera de la compañía 10 años y me volví un especialista en reflotar y reestructurar empresas. Volví a SKF justamente cuando el PIB del país tenía una caída del 3,5% y tuvimos que hacer muchos cambios. En 2016, sin embargo, logramos crecer ya un 20% en un escenario en el que la economía tuvo una caída del 3,8%. En 2017 SKF Brasil creció 15% y la economía 1%”, dice el ejecutivo, hoy también presidente de SKF en América Latina.
La fórmula que logró volver a “engrasar” la operación de SKF Brasil estuvo basada en una fuerte reestructuración organizacional y en un mayor enfoque en las necesidades de sus clientes. Claudinei Reche explica que como máximo responsable tuvo que despedir a 100 trabajadores, especialmente directores, gerentes y supervisores, y se enfocó mucho en mejorar el clima organizacional. De cara al cliente se concentró en desarrollar ingeniería específica para autos y camiones, lo cual les permitió ganar participación de mercado en el sector automotor. “La industria automotriz en Brasil tuvo una caída del 50% en tres años, pero logramos captar más mercado creando esta nueva ingeniería y logrando credibilidad después de hacer los cambios organizacionales adecuados”, dice Reche, quien repite a menudo a modo de mantra que con las personas correctas se puede hacer cualquier cosa.
El ejecutivo brasileño asumió la presidencia de SKF en América Latina, donde las ventas de la empresa de rodamientos cayeron 4,1% en 2016, justamente para replicar lo logrado en Brasil. “Hemos intentado hacer lo mismo con la región y hemos tomado decisiones muy difíciles”, dice Reche, quien explica que han implementado los mismos cambios culturales en los países de la región donde operan. Una de las primeras medidas llevadas a cabo por su gestión fue el cierre de su sede regional en Uruguay, desde la que atendían a sus clientes latinoamericanos y que tenía un equipo de 150 personas.
“No tenía sentido atender a clientes del Perú en Uruguay, desde donde, además, el traslado de los productos tomaba mucho tiempo”, dice Reche. A nivel regional, como sucedió en Brasil, la empresa se ha concentrado en poner foco en el mercado y dar empoderamiento a sus trabajadores, y según su máximo responsable, los resultados han acompañado y la compañía ya en 2017 creció en América Latina 10% en ventas y 17% en rentabilidad.
Para este año, sin embargo, en facturación SKF espera mantenerse pero crecer en rentabilidad entre 7% y 8%. “Brasil y Argentina tienen problemas estructurales. En el primero tenemos un negocio eólico, que representa el 10% de nuestra operación regional y que está con una caída del 50%. En Argentina, por otro lado, donde el peso ha tenido una devaluación del 100% en los últimos meses, estamos sufriendo una caída de volúmenes del 15%. Pero no va a ser mal año. En países como el Perú creceremos 11% este año”, explica Reche.
Negocio rodado
A nivel regional la propuesta del ejecutivo es crecer especialmente gracias a la industria de hidrocarburos u oil and gas , para la que proveen soluciones de ingeniería para un mejor uso de las bombas y extractores de petróleo. “Es una industria donde nos vamos a involucrar con mayor intensidad”, dice Reche, quien asegura que es un sector con un alto potencial en la región.
Ezequiel Mirazón, socio de PwC Argentina líder de Energy & Utilities, explica que con la caída de los precios en 2016 se dio una desaceleración en la
inversión en hidrocarburos en América Latina, que hoy se está revirtiendo. “Años atrás se retrasaron ciertos proyectos, pero hoy han vuelto a tomar el curso. América Latina es una región estratégica en hidrocarburos, especialmente en Argentina, Brasil, Venezuela, México, Colombia y el Perú. Hoy en el proyecto Vaca Muerta en Argentina tienes a todos los big player s a nivel global, que están participando con inversiones muy significativas de entre US$ 5.000 millones y US$ 10.000 millones al año. En Presal, en Brasil, también están participando muchas compañías globales”, dice el especialista.
La apuesta de SKF en esta industria es ayudar a los clientes a reducir sus costos de explotación, por un lado, pero, por otro, acompañar a las tradicionales compañías de oil and gas en su transformación a empresas de energía con inversiones en renovables no convencionales. “Las petroleras están pasando a ser empresas de energía y están invirtiendo en otras energías alternativas donde América Latina ha generado una atracción muy fuerte”, dice Ezequiel Mirazón. “Petrobras o YPF se están transformando y si nosotros no estamos ahí vamos a perder ese tren”, dice Claudinei Reche.
Rodamientos conectados
Además de ingeniería para la extracción de petróleo y gas y rodamientos, SKF provee equipos de monitoreo en línea, que están siendo hoy una de sus principales apuestas en América Latina. La compañía sueca ha desarrollado justamente en América Latina un sistema de monitoreo en línea: IMx8, y tiene ya 1,5 millones de rodamientos de múltiples industrias conectados a la nube en el continente americano.
“Es como si no vendiéramos más rodamientos. Es toda una solución. Ofrecemos estas soluciones a la industria de papel y minería y estamos empezando con la industria eólica. En México y Brasil tenemos plantas eólicas con 40 turbinas monitoreadas desde una central que tenemos en Brasil”, dice el presidente de SKF América Latina.
En un contexto de Cuarta Revolución Industrial, para Juan Pablo Consentino, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, la posibilidad de monitorear el equipamiento es un habilitador de nuevos modelos de negocio y trae consigo dos visiones, la del cliente, que espera nuevos servicios de valor agregado en función de los datos obtenidos y la del proveedor, que busca hacer un lifecycle management de su base instalada y ofrecer nuevos servicios.
Tulio Antezano, profesor de Ingeniería Mecánica de la UTEC, explica que los sistemas de monitoreo de rodamientos proporcionan información en tiempo real, por lo que son beneficiosos para el mantenimiento preventivo. “Detectar el estado operacional de cada uno de los cientos o miles de rodillos de una planta manufacturera es una tarea larga y costosa para el equipo de mantenimiento y operación. Estos sistemas permiten medir y detectar el estado de cada uno de los miles de rodillos en tiempo real y cuentan con un sistema autónomo para la visualización de información que se puede conectar con otros sistemas”, dice el experto en ingeniería de monitoreo y mantenimiento en minería.
Claudinei Reche asegura que efectivamente con estos sistemas pueden prever un posible problema en las máquinas que usan sus productos. Y una vez detectado este problema, arreglar el rodamiento en sus centros de manufactura, que son unas de sus principales propuestas hoy.
“Extraemos el rodamientos antes de que quiebren y hacemos la remanufactura. Con ello ayudamos a nuestro cliente a tener una reducción de su costo del 50%”, explica Reche.
El último centro de este tipo fue inaugurado en Arequipa en agosto, con el objetivo de atender especialmente a la industria minera peruana y chilena. “Es una forma de ayudar a la minería a reducir sus costos y hacer más sustentable su negocio”, dice Andrés Vera, gerente general de SKF Perú.
El presidente de la compañía sueca en América Latina explica que para los próximos años la compañía va a ir incrementando sus centros de este tipo, de los que tiene seis en la región, y reducirá su número de fábricas, 103 a nivel mundial y que hoy pasan por un proceso de automatización.
“Estamos caminando a producir rodamientos de forma automatizada. En Suecia ya tenemos un canal de producción automatizado y vamos a invertir US$ 20 millones en Brasil para producir un canal automatizado, que estará listo en enero de 2019. Queremos producir lo que el mundo necesita, pero no más”, dice Claudinei Reche.
En su fábrica en Argentina, por otro lado, la compañía está invirtiendo hoy US$ 4 millones para convertirla en un hub de agronegocios y elaborar productos específicos para esta industria, que hoy produce en China. “Vamos a poder traerlo para América Latina porque hemos logrado que Gerdau sea nuestro proveedor local”, dice Reche, quien asegura que sus ventas a empresas agrícolas ha crecido 80% en los últimos dos años.
Las industrias de agronegocios e hidrocarburos serán dos sectores clave para el crecimiento de SKF en América Latina, además de las tradicionales industrias en su negocio de automotriz, minería y eólica. “En minería somos muy buenos en el Perú y Chile, pero no tanto en Brasil. Ahí tenemos una oportunidad muy grande para crecer”, dice el ejecutivo brasileño.
Claudinei Reche insiste en que la industria en América Latina no va retrasada en su transformación digital con respecto a otras regiones y explica que trabajan hoy en Brasil en lubricadores automáticos con wifi conectados en la nube y cuentan en Chile con expertos dentro de Codelco que analizan los datos de equipamiento conectado a través de inteligencia artificial. “Todo es trabajo en equipo”, recalca Reche, quien de nuevo resalta que con el equipo adecuado pueden conseguir lo que se propongan.