Además, la viña está trabajando en otro proyecto: realizar vino envejecido en barricas de Lenga de Tierra del Fuego, con madera nativa.
Vinos con personalidad. Eso era lo que buscaba Rafael Tirado, enólogo y propietario de la Viña Laberinto, cuando comenzó a pensar en lo que serían los próximos Sauvignon Blanc.
Para ello, decidió trabajar en dos áreas del Valle del Maule, la pre cordillera y la costa, ya que con estos climas diferentes podría tener vinos muy distintos, que reflejaran cómo se expresa ese terroi actualmente.
En esta búsqueda de entender el suelo y hacer un vino más mineral y largo, es que en 2007 se logra la primera cosecha comercial y en 2011 nace Cenizas de Barlovento Sauvignon Blanc, un vino de cosecha más tardía, de uvas seleccionadas específicamente del cuartel de Cenizas. Este se muestra de forma translúcida, logrando esa mineralidad buscada, siendo intenso y jugoso, con notas a tomate, hierba, olivo y un dejo a tostado.
Luego llega su versión 2015, 100% Sauvignon Blanc, que es una cosecha temprana de viñedos plantados en la espaldera vertical con orientación oriente – poniente y de manera circular, para lograr todas las exposiciones al sol; los viñedos se encuentran sobre las laderas más frías y con fuerte participación volcánica.
Esto da como resultado un vino elegante en nariz, con notas frutales y florales, de mayor complejidad, pero que sigue siendo fácil de entender. Su acidez marcada le permite tener un final más largo.
En el contraste de ambos vinos, se ve la evolución del trabajo realizado por Tirado, dado que en esta versión hay una acidez mejor lograda y con mayor capas de sensaciones. "Había que esperar", confiesa el enólogo.
Las Veletas
Sin embargo, el experto sigue en esa búsqueda de lograr vinos de autor, por lo que decidió sacar, en conjunto con Raúl Dell´Oro, una nueva línea: Viña Las Veletas.
El nombre surge del gusto de estudiar y entender cómo los vientos influyen en la producción de uvas y vinos, modificando las condiciones climáticas de cada cuartel o lote de uva.
Esta línea cuenta con tres vinos, los cuales tienen una guarda de 12 meses, tanto en barricas nuevas como usadas.
Este proyecto nace en Alquihue, San Javier, en el extremo sur poniente del Valle del Maule, con el objetivo de desarrollar mezclas tintas. Los suelos graníticos con importante presencia de piedras pizarra logran marcar los vinos de este lugar, que también son fuertemente influenciados por le clima.
Las Veletas Grenache, Mourvedre-Carignan-Syrah 2014, con sólo 7.500 botellas, es una mezcla de variedades mediterráneas, plantadas en faldeos de suelos graníticos, con exposición nororiente y estricto manejo del viñedo.
Este vino presenta un color púrpura, con ribetes rubí, mientras que en nariz se percibe notas de guinda, cereza, yogur y cuero. En boca es aterciopelado, jugoso y elegante, con un final largo.
Las Veletas Cabernet Sauvignon- Cabernet Franc 2013, también con sólo 7.500 botellas, es un tinto que nace de viñedos plantados en terrazas, de forma circular, sobre suelos graníticos y piedra pizarra, donde en el vino se busca mucha elegancia.
Según Tirado, trabajar los taninos en esta zona es un gran desafío porque se corre el riesgo de que los vinos queden secos.
Este es un vino frutoso, donde predomina la mora, la guinda y los higos. En boca es jugoso, con una intensidad pronunciada que se siente como flecha. Tiene cuerpo medio y una final largo.
Como es una mezcla de 64% Cabernet Sauvignon y 36% Cabernet Franc, logra rescatar los taninos del primero y la fruta del segundo.
Las Veletas Petit Verdot-Cabernet Franc 2013, es un vino con mezclas poco tradicionales, con una producción de 2.000 botellas, que pretende lograr mucha personalidad.
Este vino es una mezcla de 66% Petit Verdot y 34% Cabernet Franc, siendo muy potente y con alto potencial de guarda.
De un intenso granate, con ribetes rubí, se percibe en nariz como frutal, con notas de tabaco y madera, siendo elegante también en boca. Es un vino consecuente y de final largo.
Barricas de Lenga
Sin embargo, las ganas de innovar de Tirado no paran ahí. Dado que posee otro gran proyecto: realizar vino envejecido en barricas de Lenga de Tierra del Fuego, con madera nativa.
Laberinto está trabajando esta idea desde 2006, en conjunto a Ignisterra y Tonelerìa Magreñan.
Todo comenzó con diferentes ensayos de madera de Lenga y vino. Luego, en 2010, se evaluaron los primeros contenedores y, finalmente en 2013, se guarda vino Laberinto en barricas de Lenga de Tierra del Fuego, bosques manejados por Ignisterra y barricas construidas por Tonelería Magreñan en España.
“Las condiciones de frío en el extremo de Sudamérica, son ideales para lograr un crecimiento lento y granos finos en la madera, sin presencia de aceite o gomas, La Lenga pretende ser muy fina y elegante en su participación con el vino”, señaló Rafael.
Luego de múltiples pruebas y con la idea de sacar una variedad al mercado el 2016, se percibe que la madera logra complementar de buena forma el vino, pues no invade ni quita protagonismo, por lo que aporta un toque elegante único y original, expresando de cierta forma la personalidad de Tierra del Fuego.