Pornografía y la violencia son frecuentes en muchas plataformas de lectura en línea, que usan ciertas palabras para evitar la detección automática.
China. A medida que crece el mercado chino de la lectura electrónica, valorado en más de 12.000 millones de yuanes en 2016, la calidad de los libros electrónicos se ha convertido en una gran preocupación para muchos chinos.
Según el Libro Blanco de 2016 sobre Lectura Digital, más de 300 millones de chinos leen libros digitales y la tasa de crecimiento del mercado fue del 25%. La encuesta nacional de lectura también muestra que el 68,2% de los lectores encuestados han probado en algún momento la lectura electrónica, un aumento de 4,2 puntos porcentuales desde 2015.
Sin embargo, la pornografía y la violencia siguen siendo frecuentes en muchas plataformas de lectura en línea, que usan ciertas palabras para evitar la detección automática. De enero a junio de 2016, unas 20 plataformas de lectura pornográfica fueron censuradas y más de 30.000 enlaces fueron eliminados como parte de una campaña nacional contra la pornografía en línea. Más de 1.400 novelas también se eliminaron de la red por la misma razón.
Algunas plataformas de lectura electrónica piden a los escritores que añadan 10.000 palabras a sus novelas cada día para atraer a más lectores. Esto ha obligado a muchos escritores a ampliar sus historias con pocas ideas, lo que resulta en trabajo de menor calidad, reveló un escritor en línea.
También hay a la venta "software de escritura" especiales en línea, que supuestamente ayudan a los escritores a "componer" novelas por un precio de hasta varios cientos de yuanes. Las novelas, sin embargo, son mayormente "compuestas" utilizando palabras de otras publicaciones.
Aparte del plagio, algunas plataformas de lectura electrónica también proporcionan publicaciones no autorizadas. En abril, una web de lectura electrónica fue penalizada por haber generado más de 270.000 yuanes en beneficios de manera ilegal tras ofrecer más de 2.200 novelas sin el consentimiento de sus autores.
"La industria de lectura electrónica de China sigue en una etapa de desarrollo extensivo y de baja eficiencia. El mercado carece en gran medida de innovación en la escritura y atención al cliente. La calidad en general sigue siendo baja", dijo Yang Qingxiang, profesor asociado de la Universidad Renmin de China.