Son muchos los factores que hacen sentir un incremento de la ansiedad y estrés en los últimos meses del año.
Llega el término de año y algunas personas pueden evidenciar cambios de conducta recurrentes en estas fechas como irritabilidad, problemas para concentrarse, insomnio y ansiedad, que se generan por diversos factores ligados principalmente a las tareas pendientes y que muchas veces son ineludibles.
Por ejemplo, velar por el cumplimiento de metas personales y laborales, organización de eventos de fin de año y dejar todo listo antes de partir de vacaciones, e incluso, aquellas personas que tienen hijos deben sumar la preocupación por los exámenes finales, las notas, los paseos de curso y las presentaciones artísticas. Además considerar todos los gastos económicos que conllevan las fiestas.
Para tomar este desafío de la mejor forma, desde Laborum entregan algunos consejos:
1.Organizarse. Puede que los pendientes se vean como algo inalcanzable de realizar en poco tiempo, para evitar colapsar con ellos lo recomendable es “aterrizarlos” en papel de la forma que parezca más ordenada, como listas, mapas conceptuales, calendarios, etc. Lo mejor es dividir estas tareas en períodos de corto plazo, para ir avanzando cada día un poco y priorizar según la urgencia. También es importante ponerse en todos los escenarios posibles y anticipar un plan B.
2. Ser mesurado. A pesar de querer cumplir con todo en poco tiempo, es necesario mantener los pies en la tierra y evitar todo tipo de excesos que afecten nuestro bienestar en general. Es importante mantener los horarios de descanso, alimentación, esparcimiento, y vida familiar. Finalmente, es indispensable tener planificado un presupuesto que evite los gastos innecesarios y el futuro endeudamiento.
3. Pedir ayuda. Es normal no saber por dónde empezar o terminar, y sentir que un desafío nos supera. En estos casos se recomienda pedir ayuda a alguien que ya haya tenido experiencia previa en aquello, y que nos pueda orientar como enfrentar la situación de manera exitosa.
4. Salir de la rutina. Después de terminar extenuantes jornadas laborales, lo primero que se viene a la cabeza es llegar a la casa a dormir, pero hay profesionales que recomiendan realizar tareas que ayuden a despejar la mente y sobre todo a liberarse de la ansiedad, por ejemplo, el deporte o hobbies que potencien otras habilidades de la persona.
5. Realiza pausas. Si el trabajo apremia y el cansancio acumulado comienza a pasar la cuenta, es importante tomarse un tiempo y hacer una pequeña parada para tomar un café, descansar la vista o estirar las piernas, de manera de evitar sobre exigirse y recuperar la concentración.