La publicidad engañosa busca inducir al consumidor al error y por atractiva que parezca puede acabar con la reputación de una marca.
La publicidad es una estrategia que permite que las marcas se posicionen en el mercado y pese a los diversos beneficios que otorga existen algunas marcas que buscan potenciar, de manera poco ética, sus beneficios y para ello usan publicidad engañosa.
Esta última busca inducir al consumidor al error y por atractiva que parezca puede acabar con la reputación de una marca.
Desde el Interactive Advertising Bureau (IAB Peru) se evalúa información relevante a casos de publicidad engañosa para desarrollar documentos informativos y lineamientos, con el fin de generar conocimiento y buenas prácticas en la industria digital.
En ese sentido, el comité de Social Media del IAB Perú comparte cuatro consejos para evitar realizar publicidad engañosa.
1. Evitar exageraciones
La mejor opción en el mensaje publicitario se encuentra en solo mencionar aquellas características existentes. Es preferible ser honestos a impactar con promesas de resultados mágicos que nunca llegarán y solo alimentarán la desconfianza de nuestro público.
2. Supervisar contenido de influencers
La publicidad a través de influencers es usada debido a la cercanía y confianza que mantienen con su público. Sin embargo, las marcas no deben descuidar el contenido que estos comparten. Lo ideal es que puedan supervisar las menciones que el influencer hará de la marca para evitar que comparta información inexacta.
3. No retocar imágenes en exceso
La mayoría de imágenes publicitarias se retocan para mejorar su aspecto y hacerlas más atractivas. Sin embargo, editarlas en exceso y de manera que se aleje de la realidad del producto o de los resultados que este puede tener, genera confusión en el público.
4. Mantenerse alienado a su ética
Considerando que la publicidad engañosa nace del interés comercial sobre el bienestar del público, una marca que busque ser transparente en su publicidad debe tener mantener sus estrategias comerciales alineadas a su ética. De esta manera, se aseguran que sus intereses monetarios no impacten sobre el bienestar de sus consumidores.
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