Patricio Arroyo, director de la carrera de Educación Física de la Universidad San Sebastián, entrega las claves para realizar deporte en los meses más fríos del año.
Primavera y verano son épocas en las cuales el clima permite realizar deportes al aire libre. Las calles y parques se llenan de personas que quieren, de alguna forma, mejorar su calidad de vida. Pero ¿qué sucede en otoño e invierno con el frío y la oscuridad hacen difícil seguir con estas actividades?
De acuerdo a Patricio Arroyo, director de la carrera de Educación Física de la Universidad San Sebastián, se debe considerar que “nuestro organismo no nos ayuda del todo, porque la variación en las temperaturas también genera cambios en nuestros hábitos alimenticios y de actividades. En otoño e invierno, cuando las temperaturas comienzan a descender, existe la necesidad de consumir algunos alimentos con alto índice calórico y nos ponemos más aletargados para no perder calor y mantenerlo dentro de parámetros funcionales”.
Para todas las personas que quieren seguir realizando actividad física, el académico comenta que no es imposible si se toman una serie de medidas. “Al aire libre no se debe comenzar la rutina muy temprano, ya que es en la mañana cuando generan las temperaturas mínimas. Es ideal llevarla a cabo a media mañana o en la tarde con la luz del día. De no ser así, elegir un lugar cerrado, como un gimnasio, donde se pueden hacer actividades dirigidas”, explica.
En caso de efectuar running, se deben buscar lugares donde no existan muchos semáforos, porque hacen que las personas se mantengan en reposo activo durante algunos minutos, lo que puede generar una baja en la temperatura corporal.
“Se debe desarrollar un calentamiento adecuado antes de realizar la parte principal del entrenamiento. La movilidad articular y el aumento de temperatura corporal mejoran la viscosidad de los tejidos, incrementan la velocidad de conducción en el sistema nervioso y generan mejor lubricación de las articulaciones, preparando al organismo para el estrés que recibirá”, comenta Patricio Arroyo.
Otro punto importante es que ante el frío las personas se abrigan más. Cuando se realizan deportes la ropa debe tener capas, para que se pueda ir desprendiendo a medida que aumenta la temperatura corporal. Calzas largas hasta el tobillo, zapatillas que tengan goretec y una primera capa dry fit, son lo aconsejable.
El director de Educación Física de la Universidad San Sebastián agrega que “también es adecuado hidratar al cuerpo antes, durante y después. Puede que no se sienta la pérdida de líquido y calor, pero la de este último puede ser mayor en temperaturas bajas. Combinar el ejercicio con una dieta rica en vitamina C”.
Por último, comenta que “lo más recomendable siempre es efectuar un tipo de ejercicio que sea agradable y divertido de acuerdo a los gustos personales. Uno de los beneficios que tiene la actividad física es la de disminuir la tensión e índices de estrés”.