Mientras ganan visibilidad plataformas dedicadas a conectar el talento ideal para proyectos específicos en una modalidad de trabajo independiente, los MBA en rol de consultantes aprovechan la oportunidad de capitalizar sobre su tiempo de una forma que antes no lo hacían.
Hace algunas semanas AméricaEconomía publicaba la entrevista a Rajeev Jeyakumar, CEO de SkillBridge. Él describía su plataforma como un puente que conectaba a la firma en busca de un consultor para un proyecto interino, con el profesional ideal para el trabajo. Jeyakumar refería que su startup estaba "creando un mercado de trabajo nuevo, generando una utilidad para un recurso que hasta ahora no se estaba aprovechando".
Más recientemente, BostInno dejaba saber que otra plataforma llamada HourlyNerd llamaba la atención de inversionistas como el millonario estadounidense Mark Cuban y empezaba a colaborar con multinacionales, sobre un modelo de negocio básicamente igual al de SkillBridge. En Santiago, PlanetExpat es la startup fundada por Sophie Vurpillot y Yamin Chalabi dentro del ecosistema Startup Chile, la cual ha ayudado a startups locales a encontrar la ayuda de varios estudiantes extranjeros quienes han venido a la ciudad a colaborar en períodos de pasantías.
Las tres plataformas tienen el nexo común de dedicarse a encontrar el mejor talento y conectarlo con pequeñas o medianas empresas que necesitan llevar adelante proyectos, pero no pueden asumir grandes costos, mucho menos contratar los servicios de grandes empresas consultoras como McKinsey.
AméricaEconomía decidió indagar más sobre el trabajo de estas startups, el impacto potencial que pueden traer al mercado de la consultoría y los formatos de trabajo que pueden estar abiertos a los egresados MBA. ¿Qué ha influido en el surgimiento de este tipo de plataformas? ¿Qué elementos propician el desarrollo de estas formas de empleo que no estaban antes?
Nuevos aires sacuden los cuellos blancos
Contrario a la impresión inicial, la idea de conectar talento MBA con proyectos que necesitan consultoría por un tiempo limitado, no es tan reciente. MBA & Company es una firma londinense fundada en 2009, la cual se describe a sí misma "como alternativa a servicios de consultoría tradicionales, una nueva forma de facilitar acceso a un talento de altos estándares por costos menores".
Adam Riccoboni, uno de sus cofundadores, al explicar las circunstancias que guiaron la creación de la plataforma menciona dos factores fundamentales, un alza de trabajadores independientes y un aumento en el número de proyectos que ponen en marcha las compañías. "Muchos negocios prefieren diseñar como proyectos un tipo de labor que antes se consideraría para alguien a tiempo completo".
Mientras Riccoboni indica que "ahora se estima que alrededor de un 25% dentro una compañía estadounidense promedio está formado por trabajadores independientes o freelance. Este número se espera que alcance el 40% en los siguientes 30 años, lo cual es en parte resultado de un cambio en las actitudes de los profesionales que están buscando tener más control sobre sus opciones y más libertad".
Esas dos tendencias, junto a las posibilidades que ofrece Internet, han facilitado la aparición de plataformas basadas en este tipo de modelo de negocio. Ahora es muy sencillo para un equipo pequeño manejar bases de datos de decenas de miles de consultores, dentro de un país o internacionalmente, y seleccionar entre ellos el mejor equipado o preparado para asumir un proyecto, por específicos que puedan ser los requerimientos.
Sin dudas, la tecnología juega un rol determinante, pero el contexto cultural que se ha transformado a medida que la gente se ha familiarizado con el instrumento tecnológico, también resulta esencial. Johannes Habel, manager de programa en la alemana Escuela Europea de Management y Tecnología (ESMT Customized solutions), atribuye la aparición de estas plataformas en parte a la tendencia general hacia el crecimiento del comercio electrónico, "hoy las fronteras de lo que se puede comerciar en la web apenas existen: los consumidores están dispuestos a comprar incluso productos complejos, y servicios online tales como seguros, productos de lujo, y autos. Por tanto, dar acceso a servicios de consultoría online es una extensión lógica de esta tendencia".
Sophie Vurpillot, CEO y cofundadora de PlanetExpat, añade que las "plataformas con más y más sofisticadas, permitiendo agregar grandes volúmenes de datos en tanto ofrecen interfaces más sencillas y navegables. Pero creo que la tecnología meramente acompaña a nuevas tendencias, en vez ser el detonante de los cambios en el mercado laboral. De hecho, procesos de reclutamiento exitosos pueden revelar determinadas limitaciones tecnológicas".
Profundizando sobre las limitaciones que se hacen manifiestas en la tecnología, Vurpillot explica que los reclutadores, a raíz de que las plataformas facilitan el proceso, reciben un número abrumador de postulaciones, tanto de candidatos muy interesados, como los que no lo están tanto, las cuales consumen mucho tiempo en su análisis. "La tecnología es muy buena para dar una idea preliminar de las habilidades objetivas y la experiencia, pero falla en integrar la inteligencia emocional".
"La tecnología es muy buena para dar una idea preliminar de las habilidades objetivas y la experiencia, pero falla en integrar la inteligencia emocional"
Por otra parte, Stephen Robert Morse, CMO de SkillBridge, llama la atención sobre aún otro aspecto. A partir del surgimiento de nuevas formas de negocio, se ha generado un cambio en las percepciones, actitudes de consumo y las relaciones de las compañías con los clientes y usuarios. "Con la popularidad en aumento de servicios como Airbnb y Lyft, la economía on-demand está creciendo rápidamente. Mientras, también se expande la economía de lo compartido, o sharing economy, en el ámbito de los profesionales de cuello blanco. Ahora profesiones como la consultoría, derecho, y otros servicios especializados usan las posibilidades del medio online para operar a precios considerablemente menores que lo cobrado por las grandes firmas, ofreciendo resultados de la misma alta calidad. ¿Qué ha cambiado? Pues la gente se ha percatado de que el espacio virtual es el mercado del futuro, y los medios informativos también lo ven. Hay cada vez menos razones para pensar que no se puede encontrar en internet productos y servicios de alta calidad a precios asequibles".
El peso de la cultura y las expectativas
En términos culturales, otros cambios no son menos relevantes. Por una parte, las aspiraciones de los estudiantes MBA de hoy se separan de sus ambiciones de hace años. Según profesores y asesores de carrera en las escuelas de negocio, los estudiantes ya no muestran tantas ansias por unirse a grandes corporaciones financieras o multinacionales, como solía ser el caso. Ahora abundan más los egresados que deciden emprender, o unirse a organizaciones sin ánimo de lucro, o a empresas preocupadas por su impacto social y medioambiental. Valorar de forma distinta la vida en familia, o el intercambio con la comunidad, querer tener mayor dominio de sus horarios y actividades forma parte también del cambio de la mentalidad en estos profesionales.
Asimismo, paralelamente al proceso globalizador, los mercados de trabajo se internacionalizan. Como consecuencia los profesionales de las nuevas generaciones son mucho más móviles que antes, dispuestos a trasladarse no solo a otras ciudades, sino hasta de país para aceptar un empleo. Según Meryl His, quien dentro de PlanetExpat atiende desarrollo de negocios y actividades de marketing, "las generaciones jóvenes muestran expectativas más altas, los candidatos que pertenecen a la generación Y no sólo buscan un empleo, sino adoptar nuevos estilos de vida y tener la oportunidad de crecimiento personal. El dinero no suele ser lo que más valoran cuando se trata de buscar trabajo".
Sin embargo, al margen de los cambios que se notan en los profesionales independientes, el análisis no se completa si no se contemplan también las transformaciones dentro de las organizaciones. Las compañías asumen el rol de clientes para estas plataformas, atraídas por la promesa de poder acceder al profesional ideal a mejores precios. Vurpillot comenta que "las compañías están determinadas a contratar a los candidatos mejor preparados, donde quiera que se encuentren. Están buscando personalidades, más que simplemente un grupo de habilidades. Así evaluamos a candidatos en base a una combinación de sus habilidades, su potencial de crecimiento, y tipo de personalidad que puede insertarse bien en la cultura de la compañía-cliente".
Por último, un aspecto significativo es que el poder en el proceso de contratación está más balanceado, en tanto es más igualitario entre clientes y consultores. "Las compañías necesitan mostrarse atractivas para atraer a los mejores candidatos. Estos prestan atención a la misión, valores, equipo y ambiente de trabajo. Pero también el candidato necesita convencer al reclutador de que es capaz de realizar el trabajo y convertirse un una gran adición al equipo", dice Vurpillot.
¿Nuevo nicho de mercado o competencia?
El argumento que Jeyakumar al afirmar que su startup atiende a un segmento nuevo en el mercado de trabajo se fundamenta sobre todo en que buena parte de los MBA participan en la plataforma no para generar ganancias que sustituyan el salario de una posición a tiempo completo, sino para capitalizar sobre un tiempo disponible que no están usando productivamente. Como comentaba en su entrevista, "hay muchos profesionales que pueden disponer de 20 y hasta 30 horas de tiempo libre y no las están usando. En su mayoría son mujeres con un fantástico recorrido profesional, gran educación y experiencia laboral en firmas top, pero que están ahora pasando tiempo en casa con sus hijos".
Como comentaba en su entrevista, "hay muchos profesionales que pueden disponer de 20 y hasta 30 horas de tiempo libre y no las están usando"
Mientras, coexisten perspectivas distintas sobre quienes hacen uso de estas plataformas. Por ejemplo, Lucas Canevaro, director manager en la firma DNA Human Capital, dice que son "pensadas para profesionales jóvenes que buscan mayor libertad trabajando por proyectos específicos, entregando oportunidades de crecimiento y experiencia laboral a jóvenes que quieren empezar su carrera desde una perspectiva distinta".
Por su parte, al llamar la atención sobre el incremento de la competitividad en los servicios de consultoría, Habel distingue entre "grandes firmas como McKinsey, BCG o Bain, que típicamente sirven a proyectos de mayor escala y presupuesto, en tanto al otro lado del espectro se sitúan un gran número de individuos profesionales independientes que asumen trabajos en proyectos más pequeños concentrados en análisis específicos, impartir talleres, entrenamiento o mentoría".
Tampoco suele verse cruce de intereses o competencia entre la actividad de los reclutadores y el servicio de estas plataformas. Principalmente, las agencias de caza talentos se centran en un segmento del mercado que busca sobre todo profesionales que se integren en un rol a tiempo completo. Según Canevaro, "aunque hay industrias que se ven beneficiadas por el trabajo freelance, como las tecnologías de la información, marketing, y algunas consultorías como energía y medio ambiente, y muchas personas más jóvenes están prefiriendo cada vez más trabajar por proyecto, aún existen muchos que se sienten atraídos por empresas con planes de carrera bien establecidos y donde pueden crecer tanto profesional como personalmente. Cuando son cargos más senior y se requiere mayor experiencia, los candidatos están más en la línea de los trabajos a tiempo completo".
Al reflexionar sobre el futuro de estas plataformas dedicadas a conectar el talento adecuado con los requisitos de una compañía o proyecto, y su posible multiplicación como modelo de negocio viable, Habel comenta que aún es temprano para valoraciones. Sin embargo, si llama la atención sobre el desafío que enfrentan, el cual se centra en el elemento de la confianza. "La consultoría se basa, y probablemente así continúe, en las relaciones y en los contactos, los clientes se inclinan a buscar consultores en quienes confían. Es ahí donde el modelo de estas plataformas puede ser cuestionable, ¿quién posee y maneja las relaciones con el cliente? Los operadores de la plataforma querrán retener la mediación en este vínculo entre cliente y consultante, pero para el cliente tiene más peso la lealtad y la confianza en el individuo. Además, una vez construida la relación entre ambos, consultante y cliente, y llevada a buen término, nada impide que en el siguiente proyecto no usen el intermediario".
