Casos vienen aumentando desde el año 2010. Antisépticos líquidos pueden emborrachar a preadolescentes si es que los llegan a consumir, como ha estado ocurriendo.
Arrastrando las palabras y con una expresión traposa, un niño de seis años llegó recientemente en inquietantes condiciones a un servicio público de Estados Unidos. Parecía un borracho y, técnicamente, lo estaba.
Había ingerido varios chorritos de jabón líquido antiséptico en su colegio, en lo que constituye una de las útimas tendencias entre los preadolescentes norteamericanos.
Los casos vienen aumentando desde el año 2010. Y es que los eficientes y comunes jabones de gel, con altos contenidos antobacteriales y de alcohol pueden emborrachar a preadolescentes si es que los llegan a consumir.
Y lo están haciendo, ya sea como una forma de embriagarse o como desafíos en sus juegos extremos. Las líneas telefónicas de ayuda señalan que las llamadas pidiendo ayuda sobre el tema han aumentado 400% en los últimos cinco años.
El cuadro es casi idéntico en todos los casos: menores de 12 años que ingieren jabón de gel. Ya sea en sus casas o sus centros educacionales. Cabe subrayar que estas herramientas de higiene cuentan con un rango de 45% a 95% de alcohol.
El vino y la cerveza presentan entre 5% y 12% de ese elemento, por lo que sólo bastan unos chorritos del jabón para que un menor de edad se intoxique con alcohol.
El centro de salud Georgia Poison Center da cuenta de ello. Su director ha señalado en los medios que “Los niños están usando estos productos con mayor frecuencia"
El profesional explica que el consumo es un problema, pero que el comportamiento o las consecuencias que puede originar ese consumo pueden ser aún peores. En el caso del menor que llegó con la lengua traposa, el mareo que le provocó el alcohol originó su caída y un fuerte golpe en la cabeza.
Las cifras que maneja el centro sanitario con evidentes: en el año 2010 se reportaron 3.266 casos de alcohol en gel relacionados con niños pequeños en 2010. En el 2014, el número incrementó a 16.117 casos.
El profesional subraya que, además de las razones ya dadas por las cuales los niños caen en este consumo, “muchos de los más atractivos jabones son aquellos con aroma. Hay antisépticos de manos con sabor a fresa, uva, naranja y son muy llamativos para los menores", enfatiza.
Es decir, la simple curiosidad puede surgir como un tercer motivo en el aumento de los casos registrados. Por ello, López recomienda a los padres y maestros que exista un monitoreo de cómo los menores están usando estos elementos de higiene.
Como alternativa, recomienda productos no basados en alcohol o toallitas antisépticas.