De acuerdo con sondeo de Global Partners, esta cifra corresponde a las compañías que no realizan testeos.
Por cuarto año la empresa Global Partners realizó el estudio “Tu empresa da positivo” en empresas del rubro de la minería, transporte y comercio.
En el estudio participaron 6.304 trabajadores, de más de un centenar de empresas, los que fueron testeados en alcohol y drogas ilícitas tales como marihuana, cocaína y mentafetaminas. Se sondearon asimismo drogas lícitas o psicotrópicas (opiáceos, benzodiacepinas, anfetaminas), en un segmento que alcanzó a 3.243 personas.
Los resultados arrojaron que el consumo de drogas aumentó en 2015, en comparación al año anterior, llegando a un 12,1% en las empresas que no hacen nada para evitar el consumo; en un 7,5% en las empresas que hacen un control esporádico y en un 1,1% en aquellas empresas que aplican el programa Drug Free Workplacede Global Partners.
En aquellas empresas que realizan testeo de alcohol y de drogas en sus trabajadores, aun cuando sea esporádico, se observa una diferencia de 4,6 puntos porcentuales menos que aquellas empresas que no realizan testeo. Esto demuestra la importancia de que las empresas tengan un elemento disuasivo para el consumo de drogas, apuntan los organizadores de la medición.
Marihuana, la más detectada
La droga más detectada en los trabajadores, sobre el 50%, indistintamente de las acciones que realice la empresa en la cual se desempeña, es la marihuana.
Patricio Labatut, gerente general de Global Partners, manifiesta que el fenómeno se debería "al debate que se vive en torno a su posible legalización, y a esa equivocada idea de que es una droga inocua".
Remarca que el sondeo se realiza desde hace cuatro años "para concientizar a la sociedad, y en especial a las empresas chilenas, del grave y real problema que existe en nuestro país debido al consumo de alcohol y drogas en ambiente laboral. De los 6 mil millones de dólares que se pierden por accidentes laborales en Chile, de acuerdo a la Asociación Chilena de Seguridad, un 29,4% dan positivo a alguna de estas sustancias, de modo que hay mucho que puede hacerse para evitar accidentes y muertes en el trabajo".
El ejecutivo hace hincapié en que, de acuerdo a los resultados, "sectores con alto riesgo operacional, como el transporte o la minería, concentran algunos de los índices de positivos más altos".
Según señala, el programa Drug Free Workplace crea una política, un plan de comunicación de la misma a los trabajadores, ofreciéndoles toda la información y apoyo necesarios, resolución de dudas, talleres y charlas de capacitación. "Tiene un retorno -agrega- sobre la inversión de 6 a 1, pues permite reducir el ausentismo laboral, las licencias médicas y la duración de las mismas, mejora la productividad y el clima laboral, todo medido al final del programa mediante KPI's".
Presión laboral
Los autores del estudio indican que el consumo de alcohol y drogas surge como consecuencia de múltiples factores, pudiendo estos ser personales, familiares, sociales o laborales o de una combinación de estos. Sin embargo, las razones que normalmente aparecen en el ámbito personal son el hedonismo y la evasión de problemas. En el ámbito social, aparece como primer factor de riesgo la familia y amigos.
En el contexto laboral aparecen como factores de riesgo el estrés provocado por:
-La presión laboral.
-Sistemas de turno.
-Tiempos de traslado al trabajo.
-Monotonía.
-Falta de auto realización.
-Estilos de liderazgo de los jefes y las culturas organizacionales de algunas empresas.
El consumo de drogas y abuso del alcohol, no solo tienen un efecto negativo sobre la salud y el bienestar de los trabajadores, sino que además pueden ocasionar problemas laborales, tanto en el desempeño, productividad, seguridad, accidentabilidad, clima laboral, entre otros. El efecto más visible es, sin duda, la accidentabilidad y esto ha motivado que las empresas se hagan partícipes en abordar esta problemática, señalan.
“Un gran desafío como país”
Diversos estudios establecen que estar trabajando, es un elemento disuasivo al consumo por si sólo. Sin embargo, esto no es suficiente, ya que se observa claramente que en aquellas empresas que ejecutan el Programa DFWP, el consumo de alcohol y drogas es 11 veces menor, versus las empresas que no realizan ninguna acción preventiva o de inhibición del consumo de alcohol; y 6 veces menor que en aquellas empresas que realizan solo control de alcohol y drogas de forma esporádica, es decir, no sistemáticamente, sin un programa de prevención e inhibición.
Habitualmente, las acciones aisladas de control responden a una norma o regulación específica de una empresa mandante, como es el caso de las compañías que prestan servicios a la minería.
La mayoría de las empresas que abordan esta problemática, ya sea a través de mecanismos de inhibición como es el testeo, o en forma integral por medio del Programa DFWP, lo hacen para prevenir accidentes laborales y proteger la salud de sus trabajadores en conformidad a lo establecido en el Artículo 184 del Código del Trabajo.
No obstante esto, se estima que solo el 4% de las empresas en Chile aborda de alguna forma esta problemática. Por tanto, “tenemos un gran desafío como país, siendo necesario, además, incorporar y actualizar nuestra legislación laboral en estas materias, como lo han hecho los países desarrollados hace más 20 años, y en Latinoamérica Perú y Colombia”, indican los autores del estudio.