El gobierno de Cristina Fernández no aceptó la dimisión ya que va a esperar a que se pronuncie la comisión bicameral que estudia su remoción.
Buenos Aires. El presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, renunció el viernes a su cargo tras un duro conflicto con el Gobierno, que busca apropiarse de 6.569 millones de dólares de las reservas de la autoridad monetaria para pagar deudas.
Redrado, quien se opuso firmemente a ese plan, anunció la dimisión en una conferencia de prensa.
"Siento que el ciclo mío en el Banco Central ha concluido. Por lo tanto, hace instantes he decidido definitivamente alejarme del cargo de presidente del Banco Central", dijo Redrado.
"El Gobierno quiso avanzar sobre las reservas, sobre el Banco Central (...) El atropello pudo más", agregó.
El funcionario estaba alejado de la conducción formal del Banco Central desde el domingo, cuando la policía le impidió acceder a su despacho.
Tras la renuncia de Redrado, el jefe de Gabinete del Gobierno, Aníbal Fernández, indicó que una comisión del Congreso que trata la remoción del saliente jefe del Banco Central "va a emitir su consejo el día martes y una vez que tengamos el consejo seguramente la presidenta (Cristina Fernández) tomará la decisión que tenga que tomar".
"No hay renuncia para nosotros", expresó el funcionario, por lo que la presidenta Fernández echaría a Redrado por decreto el martes, sin tomar en cuenta la dimisión.
La justicia mantiene bloqueado el traspaso de reservas al Gobierno por parte del banco, que está conducido formalmente por su vicepresidente, Miguel Pesce.
El conflicto entre Redrado y la presidenta Fernández salió a la luz a inicios de este mes, luego que la mandataria, sin consultarlo, ordenara en diciembre crear el llamado "Fondo del Bicentenario" con reservas de la autoridad monetaria.
El conflicto golpeó los activos financieros de Argentina y sembró dudas sobre un proyectado y millonario canje de deuda impaga del país por 20.000 millones de dólares. Autoridades económicas continúan sin embargo con los preparativos para lanzar la oferta para el canje.
Esa operación es vista como muy importante para despejar los problemas de financiamiento de Argentina, que busca normalizar sus relaciones con el mundo financiero y poder volver a emitir deuda en los mercados voluntarios.
Conflicto político y legal. Pese a la orden presidencial, Redrado dilató la transferencia de las reservas, lo que llevó a Fernández a echarlo por decreto. El funcionario, un economista respetado, tuvo el respaldo para esa decisión de consejeros legales del banco.
Tras su despido, sin embargo, la justicia rápidamente lo restituyó en el cargo con el argumento de que el Congreso, según consagra le ley, debe opinar en un proceso de remoción de un jefe de autoridad monetaria.
Pero, luego que un fallo de segunda instancia mantuvo bloqueado el plan oficial de tomar las reservas y ordenó que el Congreso se pronunciara sobre la remoción, el Gobierno interpretó que Redrado no podía mantener su cargo y se le bloqueó el acceso al banco.
Redrado dijo que durante los más de cinco años en los que permaneció en el cargo de presidente de Banco Central resistió presiones del Gobierno para la utilización de reservas.
También denunció que el Gobierno buscó usar esos fondos para comprar YPF, filial local de la petrolera española Repsol, y que resistió una colocación compulsiva de títulos entre bancos del sistema financiero local.
"Veo un afán, casi una voracidad de llevarse las reservas, parecería que hay una voracidad que no tiene límites", dijo Redrado en referencia al Gobierno. "Yo puse límites", concluyó.