Se espera que el ritmo del crecimiento de las exportaciones de bienes sea menor que el del año pasado,debido al bajo crecimiento mundial y el conflicto comercial global.
La economía sur-coreana crecerá un 2,6% tanto en 2019 como en 2020, continuando su ritmo constante impulsado por el consumo y las exportaciones, en medio de una postura de política fiscal expansiva, anunció el Banco Central de Corea (BoK) en un comunicado este fin de semana.
En su reporte, la entidad explica que el consumo privado crecerá moderadamente gracias a las políticas de apoyo a los ingresos del gobierno, aunque la tasa de su crecimiento disminuirá un poco debido a la ralentización del aumento en el ingreso de los hogares y la lentitud de los sentimientos de los consumidores.
La inversión en instalaciones se prevé un repunte este año, liderado principalmente por una recuperación de la demanda en la industria de los semiconductores.
Se espera que la inversión en construcción continúe disminuyendo hasta 2020, afectada por las caídas en los nuevos pedidos y el inicio de la construcción de viviendas.
Se espera que el ritmo del crecimiento de las exportaciones de bienes sea menor que el del año pasado, bajo los efectos del debilitamiento del crecimiento económico mundial y el conflicto comercial global.
Evolución del crecimiento. De acuerdo a la gencia Yonhap, el consumo privado de Corea del Sur creció un 2,8% el año pasado, lo que supone la cifra más alta desde que registró un crecimiento del 2,9% en 2011.
El crecimiento del país en términos del consumo privado permaneció anteriormente en el nivel del 1% desde 2012 a 2014. Llegó al 2,2% en 2015 y registró un repunte gradual, al 2,6% en 2017.
Se prevé que en 2020, la economía coreana crecerá al mismo ritmo que en 2019 gracias a la disminución de la disminución de la inversión en construcción, aunque el ritmo del aumento del gasto fiscal se desacelerará, en tanto que los precios al consumidor aumentarán un 1,4% en 2019 y un 1,6% en 2020.
Aunque los aumentos en los salarios harán que los precios de los servicios aumenten, las presiones inflacionarias en el lado de la demanda no serán fuertes, mientras que los efectos de factores globales como Como la caída de los precios internacionales del petróleo funcionará como presiones a la baja. Por lo tanto, se espera una tasa modesta de inflación de precios al consumidor este año.
También se proyecta que los precios al consumidor aumentarán a un ritmo moderado el próximo año, ya que las presiones a la baja debido a la expansión de la provisión de educación gratuita y la estabilización del depósito de arrendamiento y los precios de alquiler mensuales continuarán.