"Para que las tecnologías desarrolladas recientemente sean utilizadas en la producción real de productos, debe haber bancos de pruebas en los que los investigadores puedan llevar a cabo ensayos para evaluarlas y verificarlas", dijo el ministro de comercio.
La economía de Corea del Sur se mantiene estable, pero el crecimiento y la confianza de los consumidores es otra historia. Durante todo este año, además, junto a la sombra de una recesión global, se ha añadido el problema comercial y diplomático con su vecino Japón.
Sin embargo, recientemente el gobierno anunció medidas y esta podría ser una de las más relevantes: el miércoles, el ministro de Comercio, Industria y Energía (MOTIE, por sus siglas en inglés), Sung Yun-mo, anunció una inversión de US$130 millones en los próximos meses para la construcción de bancos de pruebas con el objeto de impulsar la competitividad de su industria de materiales, componentes y equipamientos ante el creciente proteccionismo en todo el mundo.
"Para que las tecnologías desarrolladas recientemente sean utilizadas en la producción real de productos, debe haber bancos de pruebas en los que los investigadores puedan llevar a cabo ensayos para evaluarlas y verificarlas", dijo el ministro citado por la agencia coreana de noticias, Yonhap.
El plan anunciado por Sung es que 15 organizaciones industriales públicas de Corea del Sur establecerán bancos de pruebas para seis de las industrias principales: semiconductores, pantallas, automóviles, productos electrónicos, metales y productos químicos, destacó la agencia.
Las áreas fueron consideradas como unas de las principales víctimas del creciente proteccionismo mundial.
De acuerdo con Yonhap, la razón detrás de esta decisión es que el país enfrenta una clara incertidumbre en el suministro de materiales, componentes y equipamientos para su industria estrella - semiconductores y tecnología - después de que Japón reforzase, en julio, sus controles de exportación a la cuarta economía asiática de tres materiales industriales clave, citando problemas de seguridad.
Las restricciones de exportación de Japón son consideradas, de forma generalizada, como medidas de represalia contra Corea del Sur, debido a las sentencias del año pasado del Tribunal Supremo surcoreano que ordenaron a las firmas japonesas indemnizar a las víctimas surcoreanas del trabajo forzado en los tiempos de guerra de Japón, durante el brutal régimen colonial japonés sobre la península coreana (1910-1945).
Japón también se ha visto afectado por esta decisión, ya que muchos ciudadanos coreanos ha efectuado un boicot generalizado a productos y servicios nipones, desde vestuario hasta películas producidas por industrias japonesas. También el turismo pr lado y lado se ha visto afectado.
Para hacer frente a las incertidumbres, Corea del Sur prometió, previamente, destinar US$1.813 millones para ofrecer su asistencia a las industrias de materiales, componentes y equipamientos.