El organismo internacional estima que la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19 podría representar para el país la pérdida de hasta 14.4% de los empleos formales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que la crisis económica a causa del coronavirus (COVID-19) en el país podría significar la pérdida de hasta 2.9 millones de empleos formales en un escenario de recesión prolongada.
De acuerdo con el estudio ¿Cómo impactará la COVID-19 al empleo? Posibles escenarios para América Latina y el Caribe difundido este fin de semana, el organismo internacional estima que el efecto de la pandemia en el mercado laboral reduciría entre 4,4 y 14,8% las plazas de trabajo formales de la región. Los países más afectados serían las naciones centroamericanas, con tasas superiores a 20%.
“La crisis ocasionada por la COVID-19 puede generar una pérdida de hasta 17 millones de empleos formales en América Latina y el Caribe, aunque esto dependerá, obviamente, de cómo evolucione la pandemia y de las medidas de mitigación adoptadas por los gobiernos de la región”, se destaca en el estudio elaborado por Álvaro Altamirano, Oliver Azuara y Stephanie González.
La estimación de pérdida de empleos para México va de un rango de 4,1 a 14,4% de los puestos de trabajo formales, esto dependiendo de la duración de la crisis.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), antes de que iniciaran los contagios del coronavirus en el país se reportó una plantilla de 20,6 millones de trabajadores formales (cierre de febrero del 2020). Con base en la estimación del BID, el impacto del Covid-19 podría costarle a México la destrucción de entre 845.000 y 2,9 millones de empleos.
El primer corte de caja presentado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) informó que hasta el 6 de abril se han perdido en el país 346.878 empleos.
El Banco Interamericano de Desarrollo plantea tres escenarios distintos para basar su estimación de la pérdida de empleos formales en la región:
Crisis de corto plazo. Este escenario, pese a ser el más benigno, supondría una caída del Producto Interno Bruto (PIB) que duplicaría a la observada en la crisis de 2009. Supone que la emergencia sanitaria pasará durante el segundo semestre del 2020 y que la recuperación económica comenzaría a observarse hacia fin de año.
Crisis de mediano plazo. Este segundo escenario supone que la recesión se extendería por tres trimestres consecutivos, lo que se traduce en una tasa de crecimiento negativo cercana a los 10 puntos porcentuales, con una leve mejora en el cuarto trimestre.
Recesión prolongada. Finalmente, el tercer escenario supone una recesión de gran magnitud, una caída del 15% del PIB, sin algún tipo de recuperación económica en el mediano plazo.
Efecto en cadena
En la región de Latinoamérica y el Caribe, detallan los especialistas del BID, la destrucción de empleo formal estará ligada en gran parte a la afectación del sector servicios, derivada de las medidas de contención y distanciamiento social, esto tendrá un impacto negativo principalmente en el comercio y las industrias restaurantera, hotelera y de transporte.
“Adicionalmente, la menor demanda agregada tendrá efectos importantes sobre los sectores manufactureros, pues las restricciones sanitarias ya han comenzado a interrumpir las cadenas de suministros globales. Es factible que los países sin espacio fiscal y con una infraestructura de salud pública más débil no tengan opciones para apoyar temporalmente a estos sectores, lo que puede provocar que la pérdida de estos empleos sea permanente”, exponen.
Además, el Banco Interamericano de Desarrollo advierte un incremento de la informalidad en la región, para alcanzar un nivel del 62% de la población económicamente activa, destruyendo los avances de formalización logrados en las últimas décadas.
“Para mitigar el impacto del virus en el mercado laboral es factible utilizar distintos mecanismos de apoyo, que pueden ser provistos por los gobiernos nacionales y locales”, expresan.
Acciones recomendadas
Los autores del estudio del BID recomiendan implementar medidas para atender a los grupos de trabajadores que se verán más afectados por el impacto económico de la pandemia del coronavirus. Entre ellas destacan:
Apoyos directos para la protección laboral
- Reducción de jornadas laborales
- Subsidios al salario
Diferimiento de pagos e impuestos
- Gravámenes a los ingresos
- Gravámenes al consumo
- Contribuciones a Seguridad Social
Instrumentos financieros
- Préstamos
- Subvenciones
- Garantías
Políticas estructurales
- Nuevos mercados
- Digitalización
- Teletrabajo
“En el plazo inmediato, el mayor desafío de estas medidas será identificar a los trabajadores, familias y empresas más vulnerables“, advierten. El BID recomienda, además, que con las transferencias de recursos se priorice la “protección de vínculos laborales existentes, para reestablecer las relaciones laborales una vez que la etapa de distanciamiento social acabe”.
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