El virus, que se originó en la ciudad central china de Wuhan, se ha propagado a otras ciudades y a países como Estados Unidos, Tailandia, Corea del Sur, Japón y Taiwán.

El número de muertes por una nueva cepa de coronavirus en China aumentó a nueve el miércoles y hay ya 440 casos confirmados, dijeron los representantes de sanidad chinos mientras las autoridades intensificaban los esfuerzos para controlar el brote y desaconsejaban las reuniones públicas en la provincia de Hubei.

Otras 2.197 personas que entraron en contacto con personas infectadas fueron aisladas, y hasta ahora 765 han salido del periodo de observación, dijo el viceministro de la Comisión Nacional de Salud Li Bin a la prensa, agregando que ya había pruebas de que el virus se estaba propagando por "transmisión respiratoria".

"Recientemente ha habido un gran cambio en el número de casos, lo que está relacionado con la profundización de nuestro conocimiento de la enfermedad, la mejora de los métodos de diagnóstico y la optimización de la distribución de los equipos de diagnóstico", dijo Li.

Mientras China se comprometía a endurecer las medidas de contención en los hospitales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe celebrar una reunión de emergencia el miércoles para determinar si el brote del nuevo coronavirus constituye una emergencia sanitaria mundial.

El virus, que se originó en la ciudad central china de Wuhan en Hubei a finales del año pasado, se ha propagado a otras ciudades como Pekín, Shanghái y Macao, así como a Estados Unidos, Tailandia, Corea del Sur, Japón y Taiwán.

El Gobierno chino ha estado proporcionando actualizaciones diarias sobre el número de casos en un intento de evitar el pánico público, mientras millones de personas se preparan para viajar dentro y fuera del país para las celebraciones del Año Nuevo Lunar que comienzan esta semana.

"En la actualidad, durante el Año Nuevo Lunar, el aumento de la movilidad del público ha incrementado objetivamente el riesgo de que la epidemia se extienda y la dificultad de su prevención y control", advirtió Li, señalando que la mutación del virus también podría acarrear más riesgos.

El temor a una pandemia similar al brote del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés) que apareció en China en 2002-2003 y dejó 800 muertos, ha hecho temer a los mercados mundiales, castigando a los sectores del turismo, aerolíneas y de los bienes de lujo, así como al yuan chino.