Jaguar Land Rover se convertiría en el primer fabricante en llevar la autonomía vehicular a las condiciones geográficas más difíciles.
Por medio del proyecto Cortex, el principal fabricante de vehículos de Inglaterra, Jaguar Land Rover, está desarrollando vehículos autónomos capaces de responder y reaccionar a diferentes condiciones geográficas y climáticas, sea lluvia, hielo, nieve o niebla.
El proyecto, que ha tenido una inversión de 3,7 millones de euros, busca diseñar una técnica '5D', que combina datos de acústica, video, radar, detección de luz y detección de distancia (LiDAR) en vivo y en tiempo real. Estos datos mejorarían el conocimiento del entorno por parte del vehículo, mientras alimentan su sistema de aprendizaje automático para que su conducción se “comporte de una manera cada vez más sofisticada”.
“La conducción autónoma es inevitable para la industria de los vehículos y garantizar que nuestra oferta autónoma sea la más divertida, capaz y segura es lo que nos impulsa a explorar los límites de la innovación. Cortex nos brinda la oportunidad de trabajar con algunos socios fantásticos cuya experiencia nos ayudará a realizar esta visión para el futuro cercano", aseguró Chris Holmes, gerente de investigación de vehículos conectados y autónomos de Jaguar Land Rover.
El fabricante está incursionando en el uso de tecnologías de conducción totalmente autónomos y semiautomatizados, que conserven sus lineamientos, sin arriesgar una experiencia de conducción agradable y segura. Este proyecto forma parte de la visión de la compañía de hacer que el vehículo autónomo sea viable en la más amplia gama de entornos de conducción y clima en la vida real, en carretera y fuera de ella.
Cortex funcionará a través de algoritmos, optimización de sus sensores y sus pruebas físicas en pistas todo terreno en el Reino Unido. La Universidad de Birmingham, con su investigación líder mundial en radares y sensores para plataformas autónomas y Myrtle AI, expertos en aprendizaje automático, se han adherido al proyecto.