El presidente de la empresa brasileña Totvs, Laércio Cosentino, relata cómo fue pasar de aprendiz a CEO de la compañía, y conseguir transformarla en un referente en el mercado TI.
Pasar tres o cuatro años en una misma empresa es algo casi impensado para buena parte de los jóvenes profesionales de ahora, ansiosos por nuevos desafíos. Dedicar toda la vida a una empresa, entonces, es algo absurdo en la cabeza de mucha gente. Sin embargo, para Laércio Cosentino, presidente de Totvs, el gigante brasileño de tecnologías de la información que llegó a Silicon Valley, nada fue tan importante, desde el punto de vista profesional, como nunca haber cambiado de empleo.
Fue aprendiz de Siga, empresa embrión que dio origen a Totvs, en 1979, el mismo año en que entró a la facultad, subió posiciones año a año hasta conseguir convencer al propio jefe de volverse su socio. Juntos fundaron en 1980 una nueva empresa, sobre algo que en aquella época era apenas una novedad con un futuro todavía un poco oscuro: la microinformática (hasta entonces la firma se dedicaba a los grandes computadores). El negocio fue un éxito y, entre 1989 y 1999, se había extendido por todo Brasil. En los años que siguieron, Laércio dio inicio a la consolidación de la empresa y empezó el proceso de expansión en el exterior. Después de dominar el país, ahora el objetivo era conquistar el mundo.
Y con la misma dedicación que a Totvs, el ejecutivo encontró tiempo para dedicarse a una causa noble: apoyar el surgimiento y desarrollo de nuevas empresas. Al frente de Endeavor en Brasil, ONG internacional que tiene como objetivo fomentar el emprendimiento de alto impacto, Laércio se ha vuelto un referente para mucha gente que quiere emprender. A la revista Administradores él relató un poco de su experiencia, recordó su trayectoria y entregó algunos consejos para quienes quieren seguir su camino.
Usted entró en Siga finalizando 1970 como aprendiz. En los años 80 convenció a su entonces jefe de volverse su socio, fundando una nueva firma que se llamó Microsiga, que más tarde se convirtió en Totvs, de la cual se volvió su presidente. ¿Cómo fue el proceso de pasar de aprendiz a presidente, acompañando el crecimiento de la compañía?
Fue una carrera bastante rápida, meteórica. Comencé a trabajar como aprendiz cuando entré a la facultad. Luego fui promovido a programador, después de un año me ascendieron a analista de sistemas. De ahí le dije a mi antiguo jefe que él necesitaba una nueva estructura jerárquica dentro de la compañía, tener más gerentes y directores, de forma que pudiese crecer. Y entonces él creó lo cargos y me volví director.
Después, con la aparición de la microinformática, propuse que debido a que la estructura de la empresa ya estaba formada, la gente invirtiera en aquella recién llegada tecnología. Sugerí que deberíamos tomar toda la experiencia que teníamos con los computadores de gran tamaño y pasarlo a los PCs. Y ahí surgió la idea de crear Microsiga, y con eso me volví socio de mi antiguo jefe, en un esquema de 50/50.
En un acuerdo de caballeros dijimos que si un día Microsiga tuviese éxito, todo aquello de Siga y todo lo que yo tenía en términos de consultoría, de otras actividades que yo tenía también, lo juntaríamos dentro de Microsiga. Y ahí en 1989 éramos ya una sola empresa.
Usted siempre fue un ejecutivo que puso las manos en la masa. Hacía de todo: programaba, atendía. ¿Cómo eso ayudó en el desarrollo de la organización?
Creo que ese es un punto fundamental. Cuando uno conoce la operación de la empresa que dirige, se puede tener un proceso de conducción más fácil. Eso fue profesionalmente bastante interesante para mí. Saber cómo se programa, cómo se analiza, cómo se gestiona, lo que está por detrás de cada dirección hace la diferencia.
¿Eso ayuda a traspasar los valores de la empresa al equipo?
Antes de una transferencia de valores es necesario definir cuáles son esos valores. Y cuando se habla de valores se hace referencia a cosas que se traen desde la cuna, que pertenecen a la vida personal y de alguna manera se comparten o no con la empresa. Si no se comparten es una señal de que la persona se encuentra en un lugar equivocado. Lo que ayuda, en tanto, es la difusión de esos valores, luego de conocer toda la operación.
Una curiosidad, ¿es verdad que usted hizo un espacio gastronómico en la empresa y acostumbra a cocinar ahí?
Tenemos aquí un espacio gourmet. Tengo poco tiempo para estar cocinando en el día, pero es un espacio donde la gente cocina para nuetros clientes y algunas veces son nuestros clientes los que cocinan para nosotros. Es un espacio para relacionarse, que actualmente es muy común en muchas empresas, pero que nosotros montamos en 2011, una época en la que fuimos pioneros. Para nosotros las relaciones son lo fundamental. Acostumbro a decir que todo el mundo tiene las mismas tecnologías, son las personas las que hacen la diferencia.
Hablando un poco más del mercado, se ha seguido un proceso de crecimiento en las empresas brasileñas de TI, acompañando el dinamismo de la economía del país, que destaca entre las más importantes del mundo. ¿Cuál es el papel de las firmas de TI en la consolidación de la economía brasileña en el plano internacional?
Creo que la consolidación de las empresas TI son importantes para cada vez fortalecer más los sistemas que permitan el desarrollo de mercado como un todo. Cuando una empresa quiere ser competitiva, siempre tiene que tener TI en su estrategia.
Totvs pasó por varios procesos de fusión y adquisición, ¿cómo fueron esas transiciones?
Toda vez que se realiza un proceso de consolidación debe haber un paso anterior, que la gente siempre trabajó mucho aquí en Totvs. Quién es usted para dejar bien en claro cuál es su misión, visión, valores y ADN de la compañía. Si usted hace un proceso de fusión, se unen dos culturas y no está tan claro cuál cultura resulta de eso. Puede ser que a medio camino aparezcan algunos problemas.
Entonces fue eso lo que nosotros trabajamos mucho en todos los procesos de consolidación. En 2005, compramos Logocenter. Sólo que en 2000 trabajamos fuertemente sobre cuál era nuestra misión, visión, valores, qué hacía la diferencia en la empresa. Preparamos a la compañía para que diera ese paso y eso fue fundamental.
¿Para Totvs cuál es la importancia de haber llegado a Silicon Valley? Ese es un paso muy importante para una empresa de tecnología que pretende volverse global.
Estamos viviendo ahora la quinta etapa de Totvs. La primera fue la fundación de la firma. La segunda correspondió a entender qué serían las software houses globales, y nos preparamos para ser una de ellas. La tercera fue definir la visión y los valores. La cuarta tuvo relación con la consolidación del mercado. Hacer eso no significa estar presente en todos los países, pero sí estar dispuesto en atender toda compañía internacional que quisiera venir a capturar el crecimiento de Brasil.
Es hacer que cuando una empresa llega a Brasil, sepa que Totvs es el mejor socio, que es el software house que más entiende del país, de la carga tributaria, de negocios. Entonces entendimos que ser conocida afuera era necesario para que dijeran: “está aquí la empresa que usted necesita”.
El segundo punto es que tiene varias firmas saliendo de Brasil. Son clientes de Totvs y nosostros tenemos que ir con ellos. Otra cuestión es que necesitamos desarrollar productos más globales, que no dependan de tantos lugares, de cosas específicas para cada país. Relacionado con eso, somos una empresa de capital abierto, donde casi 80% de la empresa está formada por inversionistas extranjeros. Ese es otro paso para la consolidación en el mercado global.
¿Cómo ha sido la llegada a Silicon Valley y cuáles son los planes que usted tiene para ese trabajo en Estados Unidos?
Comenzamos, inicialmente, conversando con universidades de allá, Stanford y San Jose. Después vamos a empezar a desarrollar un plan de negocios y, luego, comenzaremos con la fase de contratación de personal. Ahora estamos trabajando específicamente en la identificación de personas, porque la gente entiende que una parte fundamental del desarrollo de nuestros sistemas es hallando a las personas que tengan la seguridad de la información.
Estamos trabajando fuertemente en lo que es justamente nuestro buque insignia, que son los sistemas de ERP, pero atados a CRM, redes sociales corporativas y otras cosas. Así que la seguridad es algo muy importante. Por eso pensamos en trabajar, como inicio de operaciones en suelo americano.
Franquear la marca Totvs fue uno de los grandes aciertos de la compañía en el sentido de expandirla en Brasil. Pero esto no es muy habitual entre las compañías que quieren desarrollarse y, ciertamente, tienen exigencias muy peculiares con relación a los demás tipos de franquicias. ¿Cómo ese modelo les resultó exitoso?
Si tuviéramos que hacer lo mismo que hace todo el mundo, seríamos sólo otra compañía. Para ocuparnos de Brasil a una velocidad mayor, que fue de 1989 a 1999, tuvimos que crear lo que llamamos el Tratado de Tordesillas, para ocupar Brasil antes de que lo ocuparan en nuestro nombre. Y entonces creamos un modelo que todavía nos diferencia. Por ejemplo, podemos dar la exclusividad en cada territorio, donde la franquicia es exclusivamente nuestra y nosotros nos abastecemos. Este fue y será un diferencial por mucho tiempo, fruto de una idea que tomamos de diferentes emprendedores de diversas regiones de Totvs.
¿Ese modelo de franquicia deberá ser el camino para la internacionalización también?
Sí, tenemos franquicias en Paraguay y en Chile. Hoy en día el esquema de la franquicia ya es una realidad fuera del país.
¿Cuáles son los grandes desafíos de administrar una firma que asumió gran importancia?
El reto de administrar una empresa como Totvs ahora es lo mismo que administrar cualquier firma que quiera crecer y mantenerse. Hoy la competitividad es cada vez más fuerte, no sólo se tienen competidores locales. Hace algunos años habían competidores en su ciudad, su estado. Ahora, con el internet, los competidores están al otro lado del mundo. El desafío es continuar generando oportunidades para que la gente siempre tenga el mejor equipo, los mejores clientes y el mejor canal de distribución. Para mantener todo el ecosistema de forma adecuado, se necesita generar esas oportunidades.
Más allá de dirigirir a Totvs, usted está al frente de Endeavor en Brasil, ONG que hace un trabajo muy bonito e importante. ¿Cuál es la importancia de que grandes empresas apoyen al emprendimiento y al nacimiento de nuevos negocios?
Creo que es fundamental para toda empresa exitosa apoyar a las compañías nuevas, emprendedoras, porque la economía tiene que mantenerse viva. Una economía exitosa es una economía que tiene entrantes, personas que hagan que esto ocurra, nuevas ideas, mucha innovación. Hay un número muy grande de emprendedores que están en grandes empresas y también piensan como yo. Para que una gran firma siga creciendo es necesario un mercado en crecimiento. Y ese mercado se desarrolla a través de esas nuevas ideas.
Cuando pasó a la dirección de Endeavor, Carlos Alberto Sicupira dijo que su misión sería cerrar esta institución. La declaración tenía una razón: usted debería expandir el trabajo de la ONG de modo que el emprendimiento en Brasil se desarrollara a tal punto que una organización dedicada a fomentarla pasara a ser innecesaria. Ahora, encuestas nacionales e internacionales destacan a Brasil como uno de los países más emprendedores del mundo. Mientras, el nivel de mortalidad de las compañías en Brasil aún es muy alto. ¿Cuáles son los grandes desafíos de Endeavor en el sentido de impulsar un emprendimiento sustentable?
Cuando Beto (Carlos Alberto Sicupira) habló sobre cerrar, fue bien figurativo y lo que dijo fue “Endeavor va a crecer tanto que no necesitará existir”. Ahora, ésta apoya mucho a las empresas de alto impacto, al mismo tiempo que mediante el entrenamiento, los eventos, la difusión del emprendimiento, permite que más personas puedan crear empresas. Ese índice de mortalidad es bastante alto, pero con las buenas acciones vamos a reducir eso.
Para finalizar, como el presidente de Endeavor, ¿cuál es el recado que le daría a nuestros lectores interesados en emprender?
El emprendimiento es interpretar el mundo y querer más. Esa es una frase que uso mucho. Entonces lo que digo para quien está comenzando es que se informe, se posicione sobre el mundo y quiera un poco más que los otros, que de esa forma desarrollará buenas ideas. Con las ideas tenga mucha inspiración y transpire mucho para que ocurra. Al minuto de descubrir una oportunidad, no medir esfuerzos para colocarla en práctica.
