En busca de ahorrar costos al sistema, se busca que todos los hospitales y clínicas integren una red universal que promueva la inmunización.
La comunidad médica y de salud pública de Costa Rica avanza en el fortalecimiento de un ángulo generalmente dejado atrás en el ámbito de las políticas preventivas: la creación de conciencia sobre la relevancia de la vacunas en la edad adulta. Es por eso que, recientemente, anunció la adopción de un carnet de vacunación para ese sector etario, el cual será elaborado por la Asociación Costarricense de Medicina Interna, y al cual podrá accederse en todos los centros médicos.
En busca de fortalecer esta iniciativa, y aprovechando que el 12 de noviembre es el Día Mundial contra la Neumonía, el Grupo Regional de Estudio de la Enfermedad Neumocócica (GREEN) dio origen al proyecto “Hospitales amigos de la vacunación del adulto”, que persigue que los centros médicos del país den mayor énfasis a la prevención de enfermedades por medio de la vacunación en la población adulta.
La idea es establecer políticas de inmunización en todos los adultos que se acercan a los centros de salud, basándose en sus enfermedades y riesgos subyacentes y, en paralelo, educarlos sobre la importancia de las vacunas y las enfermedades que se pueden prevenir con ellas. En principio, el Hospital Clínica Bíblica, el Hospital Metropolitano, el Hospital La Católica, y el CIMA-San José, ya son parte del proyecto.
El impacto de programas de este tipo, menos espectaculares que la aparición de un nuevo fármaco o tecnología de observación, puede ser tanto o más relevantes. Es lo que afirma el Dr. Jorge Cortés, Director Médico del Hospital Clínica Bíblica. A su juicio, hoy “la vacunación del adulto es un tema postergado, olvidado y no tomado en cuenta en lo que respecta a su impacto sobre la prevención de enfermedades prevenibles y sus complicaciones”. En efecto, en el caso de la neumonía, si se compara el costo de la vacunación frente al del tratamiento de un paciente ya hospitalizado, no queda duda de la abrumadora ventaja, en términos económicos, de la primera. Por no hablar del sufrimiento físico evitado.
Iniciativas como la anterior muestran el por qué, un reciente ránking realizado sobre la base de datos de la OMS, coronó a Costa Rica como la nación regional con la mejor salud y la longevidad más alta.