Perú ya el segundo exportador de café orgánico del mundo, después de México, y el primero a nivel mundial de café de especialidad y de comercio justo destacan en PromPerú.
Aunque tradicionalmente no se vincula a Perú con café, este grano en el país hoy está entre los tres primeros productos de agroexportación, después de los arándanos y de las uvas.
En agosto de este año, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) ya destacaba que en 2020 - y a pesar de la pandemia - las exportaciones se mantuvieron estables en el 2020, llegando colocar 3,5 millones de sacos, (cada saco es 60 kilos) principalmente a los mercados de Europa y los Estados Unidos por un valor de US$ 648.2 millones. Mientras que para este año, se estima un crecimiento de 10% en volumen de producción con relación al año previo, es decir, unos 3,8 millones de sacos.
“A nivel mundial, somos el número 10 en café convencional, en 2010 estábamos en el puesto 20… Hemos subido un puesto cada año, y es algo sumamente importante. Además, somos el segundo exportador de café orgánico del mundo, después de México, y el primero a nivel mundial de café de especialidad y de comercio justo. Son datos sumamente relevantes que Perú está trabajando hace buen tiempo”, destaca Mario Ocharan, director de promoción de las exportaciones en Promperú, la entidad a cargo de posicionar los envíos y la imagen del país en el exterior.
Debido al gran potencial del café peruano y al esfuerzo conjunto de los diferentes sectores de la cadena de valor, de norte a sur, en localidades como Jaén, en Cajamarca, o Sandia en Puno, se cultivan cafés de características únicas.
“[Acá] hay caficultores de cafés especiales y hay casos emblemáticos que hemos obtenido premios mundiales a donde vayamos. De hecho, el café es sumamente importante para nosotros porque tiene un aspecto social muy profundo…está en 10 regiones del país, desde Cajamarca pasando por Piura, que es la costa, San Martín, Junín, Huánuco, Pasco, Cusco y Puno, que son la columna vertebral del Perú, que son los Andes. En estas bajadas, sobre todo hacia las zonas selváticas altas, es donde se cultiva el mejor café especial de Perú y creo que del mundo”, recalca Ocharan.
Esto ha permitido ya que unas 250.000 familias peruanas vivan del cultivo del café y de un grano diferente, que ha obtenido, de acuerdo con el ejecutivo de Procomer, múltiples reconocimientos. “El gran logro que tuvo el café peruano este año fue lograr entre 20 a 30 centavos más por quintal en la bolsa de valores de Nueva York, debido a las calidades que se están logrando y que, prácticamente, superan a cafés que estaban compitiendo directamente con nosotros en el Asia, o en Centroamérica”, destaca.
Eso se habría alcanzado, considera Ocharan, no sólo por las condiciones agronómicas de altitud y diferentes climas del país, sino también por el trabajo mancomunado que se ha hecho para hacerlo competitivo. “Desde la misma selección de las semillas hasta hacer este proceso mediante blockchain, donde algo tan tradicional como el café, se digitaliza a la máxima expresión a través de estas ventas internacionales certificadas”, recalca.
Así, los cafés peruanos están entrando fuerte no solo en Estados Unidos y Europa, sino que ahora miran también los mercados asiáticos.
Por ejemplo, en mayo de este año se celebraba una partida de café de especialidad denominado “Origen Marín Lote 45” de la comunidad nativa Cepro Yanesha, ubicada en el distrito de Villa Rica, provincia de Oxapampa, Pasco, a Singapur, el que fue comprado en su totalidad gracias a la promoción en una subasta virtual de café de especialidad.
“Es una de las estrategias que tenemos, por la contra-estación y también por la gran aceptación que no sólo tiene el café convencional sino también esta búsqueda de sabores diferentes, de sabores exóticos y de calidades muy diferenciadas y únicas, sobre todo en Corea del Sur, en Japón, en Indonesia, y en la misma China, con estos cafés especiales que producimos”, afirma.
Del mismo modo, Costa Rica y Brasil tienen los ojos puestos en Asia.
“El mercado chino es muy importante debido a que está en desarrollo en temas de café de especialidad, pero es necesario enfocar esfuerzos en encontrar esos nichos de mercado que puedan ayudar al desarrollo comercial con este país. Es importante continuar esfuerzos con los países asiáticos que trabajan con nuestro café”, dice David Ortiz, ejecutivo de comunicación del Instituto del Café de Costa Rica (ICAFE).
Lo cierto es que el café era y es para esta nación centroamericana uno de sus productos agrícolas estrella, junto con la piña y el banano.
Hoy el país tiene sobre 93.000 hectáreas dedicadas a su cultivo, a cargo de más de 27.000 familias productoras, y por un global de 1.885.727 mil fanegas (la medida en la que se cuantifica la cosecha del café en Costa Rica, equivalente a 46 kilos de café ya procesado) para la temporada 2020/2021.
En tanto que la apuesta de Brasil es subir su participación de exportación en café tostado, para competir con naciones como Italia o Japón, ya que, a pesar de un comercio actualmente guiado por la lógica de vender café como un commodity destinado a ser procesado en suelo chino, “existen oportunidades para que los exportadores brasileños exploren nichos de mercado en el país asiático”, de acuerdo con un análisis hecho en agosto de este por Camila Amigo para el Consejo Empresarial Brasil-China (CEBC).
Las marcas brasileñas rara vez se ven en los supermercados y otros puntos de venta, a diferencia de productos de Nestlé y marcas de Malasia e Italia tienen una gran presencia en el mercado minorista, tanto físico como online y ese es el desafío del país, llegar con su café al cnsumdor final chino
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