El dispositivo podría ser utilizado para entregar medicamentos de forma más eficaz dentro del cuerpo y asociarse con sensores para estudiar el cuerpo.
Pablo G. Bejerano, Think Big. La batería que han inventado en el MIT funciona con jugos gástricos. Es una pieza de electrónica ingerible capaz de sobrevivir en el estómago de una persona durante días o semanas. Un equipo de científicos de este centro ha creado esta tecnología con el objetivo de liberar medicamentos de una forma más eficaz dentro del cuerpo humano. Es un dispositivo no dañino para los tejidos, pero que también soporta las condiciones extremas: humedad acidez.
Otro de los usos de la batería es asociarse con sensores para estudiar el interior del cuerpo humano. De esta forma se monitorizan los parámetros biométricos de un paciente , para evaluar su estado o vigilar su evolución. Es una de las aplicaciones que tiene la electrónica ingerible.
Los científicos del MIT han diseñado una celda voltaica cuyo funcionamiento se basa en el de una 'pila de limón'. Este dispositivo es un experimento popular citado en muchos libros de texto escolares. Consiste en producir electricidad al usar el jugo de un limón como electrolito. Los electrodos lo ponen dos piezas metálicas, una de cobre y otra de zinc.
El limón y los jugos gástricos se parecen en su acidez. De ahí que los científicos hayan pensado en utilizar los líquidos del estómago para hacer funcionar la batería. Este tiene capacidad para dar energía a sensores o para liberar medicamentos durante un tiempo prolongado. Por ejemplo, el dispositivo produce electricidad para mover un sensor de temperatura y un transmisor a 900 MHz durante seis días.
Aunque la monitorización de los parámetros biológicos puede durar incluso dos semanas seguidas. La batería está encapsulada en una cubierta de un centímetro de longitud. Si bien los científicos han expresado su deseo de rebajar su tamaño.
Uno de los principales problemas que encuentra la electrónica ingerible es la de resistir en un entorno hostil. En el cuerpo humano se encuentran zambullidos en líquido, acosados por ácidos y atascados en los tejidos. En estas condiciones es muy difícil hacer funcionar una batería convencional , además de peligroso. También sería peligroso, pues cualquier fuga podría perjudicar a la salud del paciente.
El mérito del dispositivo creado por los científicos del MIT es que interactúa con partes del cuerpo humano. Los ácidos gástricos no solo respetan a la batería sino que actúan como un componente esencial para su funcionamiento. Otra características necesarias de la electrónica ingerible es que los bordes no tengan esquinas, para no rasgar los tejidos. En esto no hay problema: el diseño de la cápsula es lo suficientemente ergonómico.