Científicos chilenos vincularon los sismos con el comportamiento de las ondas del campo magnético de la Tierra.
Un grupo de científicos chilenos liderados por el profesor Enrique Cordaro, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, desarrollaron una metodología que mide y detecta anomalías en el campo magnético de la Tierra, las cuales podrían predecir terremotos con 30 días de anticipación.
En una nota del Canal 24 Horas, el geofísico Enrique Cordaro indicó que constantemente se realizan mediciones de frecuencias del campo magnético terrestre en tres estaciones chilenas, ubicadas en Arica, Santiago y la Antártica.
Cordaro señaló que, en ocasiones, en los lugares donde se produjeron grandes terremotos hubo bajas de emisión del campo magnético con 30 días de antelación, agregando que el campo del Hemisferio Sur se está debilitando con el paso de los años.
“Comprobamos esta situación con Sumatra y Japón, ahora estamos entrando con Illapel e Iquique, que es el propio objetivo nuestro. Esto no es un cuento, no es algo simplemente teórico y novelesco, es real”, sostuvo el investigador.
Los avances del grupo llamaron la atención de la comunidad científica internacional, ya que el informe fue divulgado por la revista científica europea Annales Geophysicae, como una novedosa aproximación para lograr predecir grandes cataclismos en el mundo.
Este artículo denominado Tasa de variación latitudinal de la rigidez del corte geomagnético en el margen convergente activo de Chile, fue redactado por Cordaro y los investigadores Patricio Venegas, de la Universidad de Chile, y David Laroze de la Universidad de Tarapacá.
El científico agregó que tomó como ejemplo los terremotos de Indonesia (2004), Chile (2010) y Japón (2011). “Cada vez que iba a producirse un terremoto, se nos caía el campo magnético. Luego pasaba un tiempo y efectivamente se producía el terremoto”.
Según la teoría, el campo magnético de la Tierra no es un espacio físico, sino que se constituye de ondas electromagnéticas que están en constante relación de frecuencia e intensidad. Su magnitud en la superficie terrestre es alrededor de medio Gauss (medio centímetro cuadrado).
Ante la importancia de este hallazgo, el propósito del grupo es profundizar en esta relación entre geomagnetismo y movimientos sísmicos analizando los últimos tres grandes terremotos que ocurrieron en Chile, es decir, los terremotos de Maule 2010 (8.8 Richter), Iquique 2014 (8.2 Richter) e Illapel el 2015 (8.3 Richter), para lo cual buscarán la financiación necesaria.
Según el propio profesor, su sueño es: “Tener un predictor de terremotos. En todos los fenómenos se está dando la relación, en todos se está dando el time lapse, la caída del campo magnético y la frecuencia, siempre dentro del rango”.