A través de técnicas genéticas lograron reproducir en ratones la mutación de los pacientes humanos que sufren la enfermedad, lo que facilitaría la creación de nuevos medicamentos.
Cluster Salud. Cuando los niños son diagnosticados con cáncer de cerebro es complicado. No pueden recibir las mismas terapias de radiación que un adulto, porque dañaría su cerebro. Esto lo convierte en la principal causa de muerte por cáncer en niños. Pero esta realidad podría cambiar gracias a la investigación de una argentina y, también, gracias a un par de ratones.
La investigación, liderada por María Castro, profesora de neurocirugía en Universidad de Michigan y oriunda de Argentina, establece un nuevo modelo de tumores cerebrales desarrollado en ratones con las mismas alteraciones genéticas que se encuentran en muchos niños con los tipos más peligrosos de la enfermedad.
No es la primera vez que intenta crear un modelo animal para este tipo de tumores, pero esta es la más exitosa hasta el momento. Los ratones mantienen un sistema inmune completamente funcional, tal como un niño con cáncer.
Para crear los ratones, utilizaron el método de “La Bella Durmiente”. Insertaron genes mutados de ATRX, junto a otros genes implicados en la enfermedad, en las células madre en el cerebro de ratones recién nacidos, permitiéndoles desarrollarse con normalidad, mientras al mismo tiempo se activa el desarrollo de los tumores.
Además de crear el modelo, los investigadores aplicaron una nueva terapia basada en la proteína ATRX, clave al momento de reparar el daño al ADN y que aparece con mutaciones en las células cancerosas de un tercio de los niños y adultos con cáncer cerebral. Al tratar a los ratones con medicamentos para dañar el ADN se acelera el crecimiento del tumor, reduciendo la sobrevida de los ratones no tratados, pero haciendo más eficaz el tratamiento de los tumores y mejorando la sobrevida de los que sí se estaban siendo tratados.
A través de una técnica genética específica, lograron reducir la cantidad ATRX producida por los tumores cerebrales. Con esto, las células no son capaces de regenerar los dos extremos de una cadena rota de ADN. Esto permitiría a futuro crear un medicamento capaz de dañar el ADN de los tumores de los pacientes.
El equipo llegó a la conclusión de que las mutaciones en el gen de ATRX es responsable de hacer a los tumores genéticamente inestables. Esto podría llevar a personalizar el tratamiento del cáncer dependiendo del estado de la mutación de ATRX de un individuo, pero aún es sólo una idea que no se puede aplicar.