Los perfiles de freelancers dedicados a la tecnología y a la programación son cada vez más demandados por las empresas como complemento a sus propios equipos.

Las áreas de Tecnologías de la Información (TI) y programación en las empresas aumentaron en 40% su demanda de freelancers especializados en esta industria, pasaron de 28 a 46.8% entre el 2018 y el 2019, de acuerdo con el Reporte Workana 2019. También marketing y ventas tuvieron un aumento en la contratación de trabajadores remotos.

“Los clientes, contratan a los freelancers —en gran medida— para complementar a través de proyectos puntuales el trabajo que realiza el equipo permanente de las empresas y poder hacer foco en sus prioridades”, detalla el reporte de Workana.

En contraste, las áreas de traducción y contenido disminuyeron el uso de esta modalidad de trabajo. Pero la reducción más marcada se encuentra en diseño y multimedia, el año pasado, el 37% de las empresas contrataron freelancers para estos campos, en 2019 sólo fue el 24.8%.

“Los clientes ven como un desafío encontrar el perfil que están buscando y sostener una comunicación fluida e interacción con su contraparte. Por este motivo, entre otros factores, a la hora de elegir con qué freelancer trabajar, tienen en cuenta principalmente la experiencia del profesional como el atributo más valorado. En cambio, el atributo menos importante que consideran los entrevistados es el idioma, el cual no se presenta como un obstáculo para la contratación”, destaca.

De acuerdo con el estudio, la tecnología es la principal mediadora de las relaciones laborales entre freelancers y clientes; además, es el motor para impulsar el futuro del trabajo. “Más del 90% de estos profesionales utiliza medios online y el 63.2% recurre a ellos más que a los medios offline”, se expone en el reporte.

El lugar de trabajo preferido continúa siendo la casa, aunque el porcentaje se redujo en un año de 90 a 83% como el mejor espacio considerado por los profesionales para trabajar. La profesionalización de freelancers ha disminuido en comparación con el año pasado, en 2018 el 91% contaba con estudios universitarios, terciario/técnico o un postgrado, en este año sólo se registró el 70% con esta formación.

Persiste brecha de género

Si bien en la participación de hombres y mujeres en este modelo de trabajo es equitativa, en el tema de ingresos sí hay una brecha salarial de género importante. Los hombres tienden a ganar más que las mujeres y, mientras mejor pagado es el trabajo, la diferencia se hace mayor.

Por ejemplo, en ingresos de menos de US$300 el porcentaje de participación entre hombres y mujeres es casi el mismo. Sin embargo, cuando se habla de pagos entre US$3.000 y US$4.000, es mayor el porcentaje de los hombres con dichas percepciones. “Los hombres tienden a percibir mayores ingresos que las mujeres”, admite Workana en su informe.

En términos generales, el 47% de los ingresos de los freelancers se concentra en proyectos menores a los US$300. Sólo un pequeño segmento, aproximadamente 7%, considerados top freelancers, gana más de US$1.500.

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