Marco Alverà explica en su charla TED cómo su compañía trabaja para crear una cultura de justicia, y cómo lograr que los empleados sean más felices y obtengan mejores resultados.
Te has preguntado alguna vez, ¿de qué se trata realmente la injusticia? Puede ser algo tan sencillo como que tu mejor amigo no te invitó al día más importante de su vida o que hayas sido castigado por un error común o simple mala suerte.
Marco Alverà cuenta que al no ser partícipe de esa boda sintió una sensación de injusticia tan fuerte, que le impidió pensar con claridad. Este CEO de Snam italiano-americano lo describe así: "Somos presa del temor y de la sospecha. Nuestras antenas detectoras de injusticias se bloquean. Nos sentimos dolidos y nos alejamos".
Y es que las situaciones injustas son un tema en la sociedad a tal punto que un estudio revela que el 70% de los trabajadores en Estados Unidos se sienten desmotivados, lo cual representa para las compañías un costo de US$550.000 al año.
Está claro que el foco es evitar este tipo de situaciones y la prioridad, promover la justicia. Pero, ¿cómo se traduciría esto en la práctica? ¿se trata de imponer más reglas o es una cuestión de equidad? Alverà dice en su charla TED que "podría decirse que, en parte, lo es. Pero la injusticia es más interesante que las reglas y la equidad. La injusticia se presenta de maneras sorprendentes".
Lo justo y lo injusto
Marco relata su experiencia en una empresa estatal italiana de la industria petrolera. Dice que en un principio dio cuenta de un mundo totalmente distinto, donde los salarios eran fijos y los empleos de por vida. Los puestos ya estaban asignados, de modo que "mis herramientas no eran muy efectivas, y sentí una gran frustración".
"Pero luego vi que esta empresa producía focos de excelencia, es decir áreas en las que superaban a sus competidores en sectores difíciles, altamente competitivos. Esto ocurría en el área de comercio, en gestión de proyectos y más que nada en exploración. Nuestro equipo encontraba más petróleo y más gas que cualquier otra empresa en el mundo. Era todo un fenómeno. Todos se preguntaban cómo era posible algo así. Yo pensé que era cuestión de suerte, pero con cada nuevo descubrimiento, esa posibilidad se hacía cada vez más remota. ¿Teníamos, entonces, alguna herramienta especial? No".
Y ¿cuál era la fórmula secreta? Las personas trabajaban en una compañía donde no tenían que preocuparse por los resultados a corto plazo. Eran valoradas como seres humanos. Esta era para Alverà la definición de justicia.
"Estos empleados pudieron ser fieles a sus objetivos, que eran encontrar gas y petróleo. No tuvieron que preocuparse por la política de la empresa, ni por la ambición o el miedo. Pudieron asumir el riesgo tranquilamente, porque no estaban tan a la defensiva ni tampoco apostando para alzarse con grandes recompensas. Y fueron excelentes compañeros de equipo", agrega.
Lo que ocurría era que trabajaban en un sistema justo, también un gran motor para la motivación. Según relata, descubrió que esto puede funcionar en todos los niveles y en cualquier tipo de compañías. "No es necesario un salario fijo ni puestos ya asignados. Esto es porque la ciencia demuestra que los humanos tienen un sentido innato de justicia. Sabemos lo que está bien y lo que está mal".
Y la ciencia también revela que cuando vemos o percibimos una situación justa, nuestro cerebro libera una sustancia que nos proporciona placer, alegría plena. Pero cuando percibimos una situación injusta, sentimos dolor.
Cómo tratar con la injusticia
Lo primero que trata de hacer en su cruzada por la justicia, dice Marco , "es tratar de ponerme fuera de la ecuación. Esto significa tomar conciencia de mis propios prejuicios. Por ejemplo, me encanta la gente que dice que sí a lo que yo sugiero. Pero eso no es bueno para la empresa. Por eso intentamos promover activamente una cultura de diversidad de opiniones y de personalidades".
La segunda medida: "Estudiamos las reglas, los procesos, los sistemas en la compañia, los que usamos para tomar decisiones y asignar recursos, y tratamos de evitar lo que no está claro, no es racional o no tiene sentido, e intentamos solucionar todo lo que esté restringiendo la transferencia de información dentro de la empresa. Luego analizamos la cultura y la motivación por las mismas razones".
En definitiva, si la justicia es una piedra angular en la vida, ¿por qué los líderes no la toman como prioridad? ¿No sería maravilloso trabajar en una empresa que sea más justa?
CEO de Snam dice que se puede lograr. Pero ¿por qué no está ocurriendo ahora? En parte, por inercia. En parte, porque no siempre es fácil ser justos. Requiere juicio y riesgo. Pero ser justos es un riesgo que vale la pena correr, "por eso deberíamos preguntarnos, ¿dónde podemos asumir este riesgo? ¿Dónde podemos avanzar un poco más, ir más allá de lo racional y hacer lo correcto?".
The surprising ingredient that makes businesses work better | Marco Alverà
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FOTO: PEXELS.COM