En pocos años esta opción colaborativa de financiamiento ha ayudado a emprendedores de distintos tamaños a lograr sus sueños. Pero también ha dado pie a una nueva generación de inversionistas.
Actuar no es la única afición del estadounidense Woody Harrelson. A mediados de los noventa apoyó la causa medioambiental usando ropa hecha a partir de cáñamo y desde 1998 es uno de los dueños de Prarie Paper Ventures, empresa que está promoviendo el Step Forward Paper, papel producido con 80% de desechos de trigo para minimizar la tala de bosques.
El proyecto está funcionando, ya que la compañía firmó recientemente un convenio de distribución con la proveedora de artículos de oficina canadiense Staples.com y su meta es reunir 5 millones de dólares adicionales en equity durante 2014 para llegar a producir papel 100% libre de fibra de madera.
Debido a lo riesgoso de su emprendimiento pero buena aceptación de parte de los consumidores potenciales, Harrelson apuesta a su notoriedad pública para conseguir el financiamiento, a través de crowdfunding.
El caso es un buen ejemplo de cómo este sistema permite a distintos tipos de iniciativas y negocios salir a buscar el tan ansiado financiamiento, empleando las posibilidades tecnológicas masivas de internet y aprovechando el furor del emprendimiento.
Se estima que sólo en 2012 movió US$3.100 millones en todo el mundo, la mayor parte en Estados Unidos, indica una investigación de la empresa Massolution. Y la estimación para el 2013 sube a los US$5 mil millones.
Como explica Javier Salinas, CEO y fundador de KapitalZocial, una importante plataforma de Crowdfunding en Perú, el sistema da “la posibilidad de financiar un emprendimiento o una idea de negocio a través de muchos pequeños aportes que hace la comunidad. Funciona a través de una plataforma web en la cual el emprendedora tiene la posibilidad de mostrar su proyecto al mercado por un tiempo determinado con una meta de capital definida”.
Sus ingresos provienen del cobro de una comisión de los montos otorgados a los proyectos.
Según Salinas, esta alternativa se acomoda a aquellas personas que tienen una idea de negocio pero aún no consiguen el financiamiento, por la imposibilidad de acceder a préstamos en la banca tradicional.
Del lado del emprendedor, otra ventaja es que el hecho de exponer su proyecto ante los usuarios en las redes “te permite ver si la idea es lo suficientemente buena y si el mercado la quiere”, añade.
Además, permite tener un mejor planeamiento del negocio, ya que cada proyecto sólo estará en la web por un determinado periodo de tiempo, durante el cual el emprendedor no sólo podrá ver si funcionó, sino que “se favorecerá de los comentarios del público y podrá cambiar y mejorar su idea”, dice Salinas.
El sistema de Crowdfunding cuenta con cuatro alternativas de financiamiento: las donaciones, que como su mismo nombre lo indica son aportes voluntarios por los que no hay devolución, pero que sí dan la posibilidad de ver concretado el proyecto y, en algunos casos, la de recibir una mención por el apoyo. La segunda es la preventa o premios, que consiste en la posibilidad de recibir algún regalo por el aporte o un descuento en los productos una vez que estos salgan al mercado.
Los préstamos, una de las modalidades más populares, son similares a los del sistema tradicional. El inversor recibirá la devolución de su aporte más el pago de intereses.
Por último está el equity, que consiste en aportes de capital que permiten al inversor ser socio del proyecto. Esta opción, para muchos, requiere de una legislación específica que por ahora sólo existe en países como Italia o Estados Unidos.
A nivel Latinoamericano, México también está dando sus primeros pasos y con éxito.
A pesar de que aún no está reconocido por las leyes locales, ya ha logrado captar la atención de algunos inversionistas: José Villatoro, director para México de la plataforma internacional Crowdfunder, indicó que a menos de un año del lanzamiento ya ha logrado cerrar tratos por alrededor de ocho millones de dólares, distribuidos en 12 empresas. "Lo que nosotros estamos haciendo sin un marco regulatorio de crowdfunding en México es optimizar la manera en que se hacen inversiones en etapas tempranas", dijo a El Financiero.
Villatoro indica que buscan promover una propuesta legislativa para que las reglas de inversión se relajen y se incentiven, desgravando la ganancia en inversiones en proyectos emprendedores y logrando hacer solicitaciones públicas, ya que a su juicio “en la era de internet es un poco ridículo que no se pueda hacer uso de los métodos de distribución digitales para comunicar un anuncio de ronda o levantamiento de inversión por ser ilegal", dijo.
Límites a la inversión
En Estados Unidos se logró consolidar la "Jumpstart Our Business Startups Act" (JOBS Act), firmada por Barack Obama en 2012, que permite entre otras disposiciones, fomentar el financiamiento de las pequeñas empresas mediante el esquema de crowdfunding.
El principal cambio de dicha ley, que actualizó un cuerpo legal anterior, es que permite a las personas usar social media para buscar inversiones pero también para realizarlas, algo que durante décadas estuvo reservado solamente para gente de alto poder adquisitivo. Pero también la inversión en equity fue calificada como una inversión de alto riesgo y lo que buscó la ley fueron mecanismos para proteger al pequeño inversionista.
“Se establecieron límites a la inversión basados en los ingresos de los inversores, estableciendo también exigencias para los emprendedores y una revisión de sus antecedentes financieros para determinar que se trata de negocios legítimos. También queríamos limitar la cantidad de dinero que podían reunir, porque queríamos asegurarnos de que es algo realmente enfocado en pequeñas empresas”, explica el estadounidense Jason Best, experto en el tema y uno de los redactores del marco regulatorio del capítulo de crowdfunding de la Ley JOBS.
De esta forma, el límite por inversionista se estableció en cien mil dólares, dependiendo de su ingreso. En tanto que la limitación para el dinero que puede recibir una empresa se fijó en un millón de dólares. Algo relevante no sólo para proteger a los inversionistas de cualquier fraude o robo, sino que porque invertir en startups es algo particularmente incierto. “Ningún ciudadano mayor que viva de una pensión o ingreso fijo debe exponerse al riesgo de perder su casa debido a una inversión en crowdfunding”, declaró Kara Stein, comisionada de seguros y valores, al respecto.
Pero hay más. Las compañías que reunan sobre el medio millón deberán someterse a auditorías anuales y realizar declaraciones financieras a la citada comisión de seguros y valores (SEC), indica Rory Eakin, CEO de la startup de financiamiento CircleUp. “Será un proceso problemático, porque es posible que reciban menos dinero y tendrán que revelar información que antes era privada”.
Ley establece además que cuando alguien invierte y compra acciones de una empresa debe mantenerlas por al menos 12 meses para evitar lel denominado “hump and dump” (tomar y botar). “Queríamos con la regulación que las personas mantuvieran sus inversiones y que comprendieran que son transacciones de largo plazo”, complementa Best.
“Eso podría afectar a los emprendimientos a acercarse al crowdfunding para el financiamiento”, contrarresta Eakin, “se ha puesto mucho énfasis en prevenir el fraude, pero el meollo es el tema de los ajustes de retorno de largo plazo y alto riesgo. Dicho de otro modo, “si las startups más prometedoras no usan el equity crowdfunding, alejarán a los inversionistas serios, cambiando el sentido original de la ley JOBS que era, justamente, facilitar el acceso al crédito”.
Brutalmente transparentes
El deseo altruista del ingeniero chileno Nicolás Shea por ayudar a una colega a salir de sus deudas inició una inquietud que sólo se calmó cuando conoció el sistema crowdfunding en Estados Unidos.
“Vi que los bancos pueden llegar a cobrar intereses que bordean el 50% para las personas y el 40% para las pymes al año. Si calculas la cantidad de gente que está sufriendo por eso te das cuenta que es un problema terrible. Al revés, si tienes dinero en el banco los intereses no superan un 3%. Así que cuando conocí al creador de Prosper, el programa de Crowdfunding más grande de ese país, junté el problema con la solución y concebí Cumplo.cl”,
Bajo el modelo de 'peer-to-peer lending', Shea junta desde 2012 en su portal a emprendedores y personas que piden créditos en su plataforma, con aquellos que desean prestar fondos y hacer rendir su dinero. Ya bordea los 500 beneficiarios, entre empresas y personas. “Nuestras tasas para empresas son de 15% y para personas de 20%, con una tasa de retorno promedio de 12,5%”, afirma. En tanto que sus ganancias provienen del cobro de comisiones de 1% a inversionistas y 1,5% a solicitantes.
A pesar de ello, Cumplo no se define como una empresa financiera, sino que de tecnología. “Cobramos por el uso de nuestro sistema tecnológico y porque hacemos las recaudaciones y la cobranza. Nuestro negocio no está indexado al riesgo financiero. Ese riesgo lo toman los inversionistas: Cumplo es un punto de encuentro, es una plaza virtual donde se encuentran inversionistas y solicitantes que libre y voluntariamente transan su dinero”, precisa este empresario elegido emprendedor del año 2013, por su iniciativa.
La opción de Shea de apostar por deuda y no equity fue sencilla: la deuda tiene un riesgo menor que el capital. Esto, porque en Chile algunas empresas nuevas cuentan con el respaldo financiero de una sociedad de garantía, figura creada por CORFO. “Si tú inviertes en una empresa en cumplo y a esa empresa le va mal la sociedad de garantía te devuelve el dinero y eso es muy importante. Y en este año y medio de funcionamiento, la tasa de incobrabilidad en empresas es igual a cero. Es una inversión de bastante bajo riesgo. También puedes invertir en personas, esos son créditos no garantizados y ahí la incobrabilidad es de 8,5% que es de 50% menos que lo que se da en la industria del retail", recalca.
A pesar del éxito de Cumplo.cl, aún el ambiente de Crowdfunding en ese país es pequeño y no supera la docena de iniciativas, tanto de recompensa como de deuda y capital.
Pero Nicolás Shea no cree que sea por falta de una legislación acorde.“En el Reino Unido tampoco está legislado y ahí funciona bien. Lo peor es tener una mala regulación. Y de hecho EE.UU. reguló mal hace 10 años y ahora están cambiando la regulación. Chile debería aspirar a regular bien. A nosotros nos regulan nuestros usuarios. Muchos de ellos nos exigen. Nos vamos desarrollando sobre el feedback de nuestros clientes. Nosotros cumplimos todos los estándares que existen somos brutalmente transparentes con la información, retornos, identidades para nosotros la transparencia es un valor fundamental, cuando hay menos transparencias cobras precios y costos más altos”, concluye.
Al menos en lo referente a versatilidad, el sistema no se queda atrás. Luego de la repentina muerte del actor estadounidense Philip Seymour Hoffman, su colega Eward Norton anunció la puesta en marcha de una iniciativa de crowdfunding para mantener viva a Labyrinth, la compañía teatral que el fallecido intérprete ayudó a crear, con miras a profesionalizarla y honrar su memoria.
Como recalca Jason Best, “con crowdfunding aumentas la capacidad de pedir dinero a amigos y familia, convirtiéndolo en amigos, familia y fans”.