Tras el fortalecimiento de la divisa estadounidense, el combustible caía levemente y operaba en torno a los US$80,5, después de haber alcanzo un máximo de siete semanas.
Londres. El petróleo retrocedía hacia los US$80 el barril el jueves debido al fortalecimiento del dólar, bajando los precios del recurso natural desde su máximo en siete semanas tras las noticias de un nuevo incremento en las existencias de crudo de Estados Unidos.
El dólar subía alrededor de 0,25% contra una canasta de monedas mientras que el euro descendía antes de un encuentro del Banco Central Europeo programado para las 1245 GMT, que según las previsiones, no modificaría la tasa de interés, dejándola en el mínimo récord del 1,0%.
El petróleo referencial de Estados Unidos para entrega en abril caía 32 centavos a US$80,55 por barril a las 1023 GMT. El contrato marcó un máximo de US$81,23 el miércoles, el punto intradiario más alto desde el 12 de enero. El petróleo Brent para abril disminuía 38 centavos a US$78,87.
"El fortalecimiento del dólar y una acumulación de existencias de crudo estadounidenses son factores negativos" para el precio, dijo Carsten Fritsch, analista de materias primas de Commerzbank en Francfort. "Prevemos que los precios del crudo bajen desde estos niveles porque los fundamentos no los respaldan", añadió.
El miércoles, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos dijo que las reservas de crudo del país subieron la semana pasada en 4,1 millones de barriles, un total mayor de lo esperado, mientras que las existencias de gasolina también se incrementaron.
Contrarrestando esas cifras, unos datos mostraron que la demanda de petróleo total de Estados Unidos creció el 0,3% en las últimas cuatro semanas respecto del mismo período del año anterior, generando expectativas de que termine un período de un año y medio de reducciones sostenidas en el consumo.
Pero las monedas seguían liderando las fluctuaciones del mercado, según los analistas, con la atención centrada en la zona euro y las preocupaciones de que una desaceleración económica prolongada golpee a la demanda de energía.