Para los recién despedidos, muchas empresas ofrecen programas de reinserción laboral, pero varios dudan de su efectividad.
Recibir una notificación de despido suele desencadenar una serie de sentimientos negativos, como decepción, rabia, confusión y pesimismo. Por lo mismo, muchas empresas chilenas han decidido contratar programas de outplacement, de reinserción laboral, para las personas que desvinculan, con el objetivo de ayudarlos a encontrar otro empleo rápidamente y concluir en buenos términos la relación laboral.
“El impacto emocional de quedarse sin empleo es bastante fuerte, sobre todo en los profesionales, porque esperan permanecer en su puesto de trabajo o, en su defecto, cambiarse por algo mejor. El impacto se va a manifestar a través de emociones como, por ejemplo, mayor frustración, incremento en la cantidad de ansiedad, una sensación de pérdida de sentido, pensamientos negativos como de culpa, etc. Allí, el outplacement sirve mucho para hacer el acto simbólico de ‘ok, aquí cierro mi proceso e inicio uno nuevo’, que es algo que no se hace con facilidad, ya que tendemos a quedarnos con los hechos negativos”, indica el coordinador académico de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico de Chile, Felipe Vergara.
Además de su función psicológica, el outplacement entrega nuevas herramientas para que la búsqueda del nuevo empleo sea satisfactoria. Según estimaciones de DNA Outplacement, quienes toman el servicio se demoran en promedio 33% menos que quienes no lo realizan.
“Outplacement es un proceso de recolocación, de considerar cuáles son los aspectos necesarios para que una persona se vuelva a insertar en el mercado y, ojalá, en el mismo rubro donde se ha desempeñado. Estos programas ayudan a las personas a conocer las condiciones actuales del mercado y contactarlo con las personas correctas”, describe el experto.
Si bien el outplacement partió enfocado en los altos ejecutivos, hoy en día se ha extendido a otros profesionales que buscan un mayor desarrollo de sus carreras. La cantidad de personas que ha optado por estos programas de recolocación laboral ha aumentado significativamente. Según datos de las dos mayores empresas del rubro –People&Partners y LHH– desde 2012 al 2016 el crecimiento ha sido de un 81%.
“Los outplacement individuales pueden cumplir un rol súper importante, ya que allí la persona conocerá las condiciones del mercado, cuáles son los monitores de búsqueda más usados en el momento; una serie de datos que pueden servir para encontrar un nuevo trabajo. Primero hay que identificar cuáles son las habilidades que a lo mejor no estuvieron a la altura de lo que se necesitaba y que ahora la persona va a necesitar aún más. Se pueden hacer test completos y recibir feedback acerca de eso, sesiones para poder elaborar este proceso de desvinculación, es decir, analizar qué hice bien, qué hice mal, tiene o no que ver conmigo, etc.”, detalla el académico de la U. del Pacífico.
“Uno de los beneficios es aumentar el conocimiento en cuanto al mercado; las fortalezas y debilidades de uno; las oportunidades que puede presentar; a lo mejor involucrarse en un rubro que la persona no había pensado, pero que es una buena opción; conocer ámbitos de uno mismo que no se han desarrollado en lo laboral. Además, los servicios de outplacement permiten compartir con gente que está en la misma situación, poder revisar con otros las experiencias, compartir, lo que hace que se generen estrategias para poder mejorar”, señala Vergara.
El especialista asegura que un aspecto clave en la efectividad de programa es la disposición de la persona a realmente conocerse más en términos laborales y a explorar otras opciones o perspectivas.
“Para que haya un proceso de aprendizaje, tiene que haber un proceso de ‘emocionarse’ con lo que está pasando, es decir, que la persona sea capaz de vincularse con la situación, que el proceso le llegue emocionalmente. Si no se ‘emocionan’ con ello, la trasferencia de conocimiento no va a ser tanta”, puntualizó el coordinador académico de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Felipe Vergara.
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