Creatividad no es igual a inventar, e inventar no es igual a innovar.
Creatividad no es igual a inventar, e inventar no es igual a innovar. Con esa premisa, Luigi Valdés, experto en innovación empresarial, rompe el paradigma sobre lo que significa llevar una idea al máximo nivel y cómo los negocios pueden lograrlo.
De acuerdo con el conferencista, hay dos elementos para que una idea pase a ser un proyecto, salga al mercado, tenga éxito y entonces pueda llamarse innovación.
Puntualizó que “innovar es adelantarse al futuro”, de forma que para que una compañía se diferencie de su competencia debe encontrar su esencia estratégica, tal como lo han hecho Zara, que vende moda continua a precios accesibles, o Starbucks, donde el diferenciador poco tiene que ver con el café.
De acuerdo con Valdés, un innovador tiene una característica insustituible: “El innovador tiene hambre, no de comer, de trascender, de hacer cosas, de provocar. Sin necesidad, pues ¿de qué sirve? Una empresa con creatividad pero sin hambre no innova”.