Los gestores de capital humano suelen afirmar que un buen liderazgo es primordial para el buen funcionamiento de las compañías. Sin embargo, muchas veces los líderes ignoran que no están desempeñando bien su función.
Un liderazgo inadecuado puede tener muchas repercusiones: objetivos no alcanzados, una elevada rotación de personal y mal ambiente de trabajo son algunos ejemplos. La cuestión es que muchas veces los directivos y el equipo no saben qué tan mal están y, por lo tanto, cómo remediarlo.
Por el contrario, “cuando un líder logra que todos hagan lo que les correspondeporque están convencidos de lo que hacen, para qué lo hacen, y con buena actitud, la compañía crece”, asegura Lionel Appel, gerente de Talent Engineering de A3O Group, una empresa mexicana especialista en recursos humanos y servicios de administración de personal.
Para lograr lo anterior cada líder de área debe centrarse en generar un “círculo virtuoso” basado en tres factores: confianza, compromiso y comunicación. Pero un fallo en este último elemento repercute en la marcha de los otros dos, sostiene Appel en entrevista con Factor Capital Humano.
Esos tres factores van de la mano, subraya, “pues el líder comunica los objetivos de la empresa a los trabajadores, lo que genera confianza y compromiso en el equipo, ya que se sienten involucrados en el proceso”.
Comunicación entre el líder y el equipo
Un buen ambiente laboral es fundamental porque mejora el rendimiento de los empleados. Por ejemplo, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2016, casi 760.000 personas abandonaron su empleo a causa de un mal ambiente en su trabajo.
La realidad en muchas organizaciones es que la comunicación resulta deficiente,el estilo de liderazgo es coercitivo con sus equipos y hay una falta de acompañamiento de los jefes hacia los empleados, comenta Appel.
Recientemente, el especialista de A3O Group asesoró a una empresa farmacéutica. Luego de una evaluación, identificó que el bajo desempeño de algunos colaboradores tenía que ver con la deficiente sensibilización de mandos medios y directivos a la hora de escuchar a los empleados.
Además, desde la primera sesión trabajaron en mejorar la comunicación entre jefes y trabajadores. “Cuando transmites de manera clara las tareas, la confianza de los empleados crece y, por ende, ejecutan mejor sus tareas”.
No es algo menor que el personal entienda por qué sus superiores les han solicitado una determinada labor. Al dar una orden es mejor informar por qué la empresa necesita que se lleve a cabo. Si te lo explican, “ya no lo ves como un capricho del jefe, una respuesta que solemos escuchar cuando entrevistamos a los colaboradores”.
El líder no sabe que no es líder
Lionel Appel comparte con Factor Capital Humano otra experiencia que podría espejear la de muchas otras: un director de una compañía que no sabía si las fallas eran por un problema de liderazgo, de comunicación o por ambos motivos. Lo único que cierto es que “batallaba mucho para que su equipo trabajara de manera coordinada”.
Appel y sus colaboradores entrevistaron a varios miembros del equipo, así como al director para conocer sus opiniones y percepciones de lo que ocurría. También participaron en las juntas de trabajo para observar cómo se desarrollaban esos encuentros y saber si llegaban a acuerdos. Se dieron cuenta de un grave problema de falta de comunicación.
En la primera sesión que tuvieron para abordar la problemática de la empresa, “el mismo equipo detectó que tenía graves problemas de comunicación. Ellos lo sabían desde antes, pero no se habían dado cuenta de qué tanto”.
Después de escuchar el diagnóstico de AO3 Group y a sus propios empleados, el director señaló admirado: “creí que me comunicaba bien con ustedes, que les transmitía la información que debían conocer. Pero me estoy dando cuenta que el problema ha sido más mío”.
Ese caso fue particularmente difícil, apunta Lionel Appel. Cuando preguntaron a los empleados sobre el objetivo de cada área, resultó que “todos tenían una idea completamente diferente a lo que el director esperaba escuchar”. Las metas para las cuales estaban trabajando “no iban de acuerdo con la visión 2018 que tenía la empresa”.
Desmotivados
La falta de comunicación, tarde o temprano, deriva en desmotivación, agrega Appel. Porque, “suponiendo que hubieran estado haciendo bien su trabajo, y contentos” el objetivo al que le estaban ponían empeño no era el de la empresa. Al final, su labor no iba cumplir con los requerimientos y eso provoca frustración.
"En esto de entender bien o mal el mensaje siempre serán responsables tanto los jefes como los trabajadores", comienza aclarando Lionel Appel. Pero quien tiene mayor carga es quien quiere comunicar los objetivos de la empresa y quien tiene menos compromiso es quien recibe la comunicación.
¿Cómo comunicar de manera eficiente?
Lionel Appel recomienda que los líderes de las empresas se aseguren que el equipo esté en sintonía con la visión que el jefe les ha querido transmitir. Para ello aconseja “pedir acuse de recibo”.
Es decir, una vez que el directivo informó a sus empleados qué tareas tienen que realizar y por qué, es conveniente preguntarles qué fue lo que entendieron de su explicación. “Cuando el líder escucha algo que no está en sintonía con lo que él planteó, hace los ajustes necesarios”.
Appel indica que por esto motivo también es importante crear confianza entre él y el equipo, “para que quienes no entendieron lo puedan decir”. Un buen líder motiva al equipo, predica con el ejemplo, comunicar de manera eficaz y acompaña siempre al equipo, no en ocasiones, subraya.
Acompañar no es solo prometer apoyo. Tampoco es nada más preguntar qué necesitan y cumplirlo, afirma. “Significa estar al lado del equipo, conduciendo y siguiendo su progreso de acuerdo con el objetivo que el jefe y los empleados fijaron previamente”.
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