Ignacio González es gerente general de la empresa de búsqueda de ejecutivos Mandomedio.com.
La búsqueda de mejores expectativas de crecimiento y desarrollo es lo que hoy motiva a los profesionales a evaluar nuevas posibilidades laborales. De acuerdo a un estudio elaborado por Mandomedio.com, un 49% de los ejecutivos se cambia de trabajo por desarrollo profesional.
La segunda motivación para cambiarse de trabajo es pertenecer a una empresa líder en su rubro, sólida, prestigiosa y que sea un aporte real en el desarrollo de carrera de sus profesionales. Esto queda en evidencia principalmente en el grupo más joven y en los mayores de 40 años.
En el estudio se evaluaron las motivaciones de 150 ejecutivos contratados, mujeres y hombres de entre 25 y 50 años, que se cambiaron de trabajo durante lo que va de 2011. Estas personas no se cambiaron de trabajo sólo por un mejor sueldo, como se cree comúnmente.
La gente se cambia al no proyectarse a largo plazo en su actual lugar de trabajo y antes de cuestionar su desempeño laboral, prefieren cambiarse, ya que tienden a ver el pasto del vecino más verde que el propio. De hecho, a nivel global las mejoras salariales representan la tercera motivación para cambiarse de trabajo y en promedio se cambian por un 10% más de sueldo.
Esto viene a confirmar la alta preocupación que hoy tienen los más jóvenes por su desarrollo profesional. Los ejecutivos de 25 a 35 años privilegian entornos donde puedan obtener mejores niveles de desempeño para lograr promociones y reconocimiento a su trabajo, pero no necesariamente ligado al sueldo, sino a participar de la toma de decisiones, manejar equipos de trabajo, acceder a estímulos tipo capacitación especializada o viajes de negocios.
A partir de los 30 años, las mejoras económicas comienzan a ser un elemento a considerar, lo que se explica por los compromisos que adquieren las personas en esa etapa de su vida: la familia e hijos y la necesidad de estabilidad laboral.
Y si bien el desarrollo profesional es la primera opción de hombres y mujeres, estas últimas sí tienen una motivación adicional: la calidad de vida, que refleja una preocupación por variables como la flexibilidad horaria, cercanía de la casa y el trabajo, tiempo para dedicarle a la familia o deporte, entre otros.
Por el lado de las empresas, las motivaciones por las cuales se buscan nuevos ejecutivos están relacionadas con el crecimiento, la promoción al interior de la compañía, la renuncia de ejecutivos y el desempeño laboral.
En base a las actuales búsquedas que está haciendo Mandomedio.com y que en el mes de junio llegaron a 70 los motivos por los cuales se piden los cargos está muy polarizada: con un 60% por crecimiento, un 29% corresponde a la renuncia de ejecutivos; un 8% busca nuevos ejecutivos para llenar el cargo de otro profesional que promovió y un 3% por desempeño.
Aquí lo interesante es que las motivaciones de la empresa están relacionadas con el desarrollo profesional que motiva a cambiarse de trabajo, ya que la renuncia de ejecutivos muchas veces se debe a que no fueron promovidos y, por tanto, no pueden seguir ascendiendo en la empresa.
En las empresas pasa lo mismo que con las personas, se ve al ejecutivo del lado mejor que el que se tiene y además hay un grupo de personas que renuncian porque en su empresa actual no hay plan de desarrollo de carrera. No se mira a la gente interna para promocionarla y esto mantiene a los ejecutivos viendo a la compañía de al lado con el pasto más verde.