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Cuando un empleado o vocero habla en contra de su compañía
Miércoles, Mayo 24, 2017 - 14:45

Las compañías deben comunicar sus valores y posiciones.

En el hiperpartidista ambiente actual, las compañías también son vulnerables a reacciones violentas de sus propios empleados. Un trabajador de Oracle publicó una carta explicando que había renunciado porque la directora ejecutiva de la compañía (Safra Catz) se había unido al equipo de transición de Donald Trump. Y luego que la directora de IBM (Ginni Rometty) felicitara a Trump por su victoria electoral, miembros del personal circularon una petición en Internet para que se les permitiera negarse a participar en proyectos que violaran derechos civiles y constitucionales.

¿Qué deben hacer las compañías cuando la gente de adentro las condene públicamente?

Comunicar valores. Minoristas como Bloomingdale's, Wal-mart y Overstock.com actualmente enfrentan boicots de activistas anti Trump por vender productos de la marca Trump, mientras que otros, como Nordstrom y Neiman Marcus, enfrentan boicots de partidarios de Trump por descontinuarlos. Compañías desde Chobani hasta Pepsi se han visto forzadas a aclarar las cosas luego que noticias falsas hicieran afirmaciones sobre sus puntos de vista. Otras compañías han tenido que responder cuando Trump tuitió sobre ellas.

Los empleados y partidarios deberían saber dónde está parado. Las compañías deberían comunicar sus valores y posiciones sobre temas contenciosos, idealmente al contratar o firmar gente.

Considerar cláusulas contra desacuerdo en público. Los contratos de empleados y patrocinadores pueden incluir cláusulas que prohiban que la gente critique a la empresa públicamente. Pero asegúrece que estas cláusulas no violen la ley. En Estados Unidos, por ejemplo, no se puede despedir a un empleado que hable para mejorar las condiciones de trabajo.

Prestar atención a las opiniones de los empleados y de los patrocinadores. Cuando las partes interesadas tienen una opinión muy formada sobre un tema en particular, las compañías deberían considerar la opción de adoptar una postura en su nombre. Las compañías deberían considerar reuniones en ayuntamientos y otros procesos de gobernanza para permitir que los empleados expresen sus puntos de vista y ayuden a moldear la política corporativa.

No censurar a nadie después del hecho. Cuando emerjan públicamente disputas políticas, no ataque. En cambio, deje en claro que fomenta la pluralidad de ideas. Señale que respeta el derecho de cada persona a vociferar su opinión y que de ninguna forma afectará su carrera profesional.

FOTO: PEXELS.COM

Autores

ElHeraldo.hn