Por César Cáceres Dagnino, director del Programa de Admin. de Empresas para Ejecutivos - Universidad de Piura.
¿Habrá llegado el momento de comenzar a evaluar el clima laboral de mi organización? Inclusive algún gerente se preguntará si será mejor evaluarlo cuando está bien o cuando está mal. Si el clima anda mal será una oportunidad para corregir. Y si está bien, una oportunidad para mantener o apuntalar el actual.
Esta es una pregunta común en algunos gerentes. Lo distintivo estará en el tipo de gerente de que se trate.
Un gerente de un área de gestión del talento humano probablemente tenga muy claro el valor de una evaluación del clima laboral. Esta probable claridad lo convierte en responsable de que los directivos que corresponda, vean la necesidad de evaluar periódicamente el clima en su organización.
Un gerente de un área funcional generalmente está tan ocupado en que su equipo logre cumplir con los resultados que no se da el tiempo para pensar en una evaluación del clima. Y si es inminente su implementación, suele dedicarle poco tiempo y poca profundidad.
Más bien es muy probable que un gerente general vea interesante implementar una evaluación como esta; sin embargo, su elevado costo podría hacer dilatar la decisión de implementarla.
Lo cierto es que el valor de medir el clima que se vive en la empresa está en la información objetiva y de primera mano, sobre cómo se sienten tratados todos los colaboradores de la organización.
Esta herramienta puede medir aspectos generales o específicos. Entre ellos, destaca la evaluación que conduce a concluir si la empresa, entre otros aspectos, protege a la familia del trabajador. Un colaborador que ve un interés real de la organización porque se viva bien el balance de vida laboral y familiar, generará un aprecio especial por su organización y sus jefes. Apuntalará su lealtad.
Todo empleador busca que sus colaboradores tengan la mente libre de preocupaciones personales para que den lo máximo a la organización. Lo contrario sería engañarnos a nosotros mismos, pensando que los asuntos personales no afectan el desempeño profesional. En este sentido es crucial que los jefes conozcan a sus subordinados y sus necesidades. Cuanto más conozcamos a nuestros colaboradores, escucharemos y atenderemos mejor sus necesidades, mejor será su desempeño y mayor será su lealtad a los jefes y a la organización.
Cuanto antes es el mejor momento para implementar la evaluación del clima, pues es una excelente herramienta para mejorarlo y potenciar los resultados de la organización.