Datos de la Encuesta Nacional de Empleo del INEGI indican que aplazar un año el estudio de una carrera ocasiona pérdidas de sueldo.
Con el regreso a clases vuelve también la inquietud de muchos jóvenes que, por diferentes razones, ven obstaculizada la oportunidad de continuar sus estudios. No haber conseguido un lugar en una universidad pública, tener dificultades económicas o no contar con los recursos para ingresar a una universidad privada, son sólo algunas de las razones que pueden terminar aplazando indefinidamente la formación universitaria de miles de jóvenes, situación que impacta de manera importante en su futuro, tanto personal como profesional.
Al verse frente a estos obstáculos muchos jóvenes optan por tomar un semestre o año sabático, lo cual puede tener consecuencias mayores a las que se consideran al tomar esa decisión. Según datos del INEGI(1), el costo de esperar un año para estudiar una carrera es de $96.500 (US$ 5.236) pesos en cuanto a sueldo no recibido durante ese tiempo; pero si se hace una proyección a valor futuro esta cifra incrementa de manera importante, pues se muestra que la diferencia acumulada en 30 años puede llegar incluso hasta $1.730.000 pesos (US$ 94.368).
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2015 (ENOE), un egresado de licenciatura gana en promedio dos veces más que quien sólo terminó la preparatoria, por ello “es imperativo hacer notar que concluir una licenciatura o ingeniería trae consigo beneficios económicos tangibles. Sin embargo, hay jóvenes que deciden aplazar sus estudios creyendo que un año sabático no traerá consigo mucha diferencia, sin considerar que también hay muchas oportunidades que podrían estar perdiendo al tomar esa decisión”, de acuerdo a Israel Magariño, Director de Ingresos de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC).
No obstante, no todos los jóvenes que posponen sus estudios lo hacen por gusto; en muchos casos ellos se sienten obligados a interrumpir su desarrollo académico debido a diversas circunstancias fuera de su alcance, tanto económicas, como personales o familiares, pero si bien estas complicaciones pueden parecer abrumadoras en un principio, no deben significar el final del camino.
En la actualidad existe una gran variedad de opciones que pueden ayudar a los jóvenes a continuar con su desarrollo universitario; muchas instituciones educativas ofrecen carreras ejecutivas que se adaptan con mayor flexibilidad a los horarios de estudiantes que trabajan, e incluso existen planes de financiamiento y opciones de becas, todo con el fin de que los alumnos puedan tener acceso a una carrera universitaria.
Terminar una licenciatura y obtener un título profesional es actualmente la mejor forma de crecer profesional y personalmente. Si a esto se le suma que no contar con un título limita las posibilidades de crecimiento laboral, el panorama es claro, pues abandonar o posponer los estudios afectarán muchos aspectos de la vida de los jóvenes.
“Los beneficios de finalizar una carrera universitaria no sólo son económicos, ya que culminar una licenciatura brinda también crecimiento profesional y personal, pues trae consigo muchas más oportunidades y contactos laborales, además de dar pie a la realización y un crecimiento constante del potencial de cada individuo”, finalizó el Director de Ingresos de la UNITEC.