95% de los freelancers de Latinoamérica habla español, y sólo el 44% domina el inglés, indica el Reporte de Workana.
Desempeñar cualquier tipo de trabajo requiere de un cierto nivel de formación y conocimiento para poderse llevar a cabo de forma profesional y correcta. En el mundo del trabajo independiente, esta calidad en el trabajo es todavía más importante, pues es la carta de presentación del profesionista y lo que le puede conseguir más clientes en el futuro.
La formación de los freelancers se ubica en diferentes niveles de acuerdo con la industria en la que se desenvuelven. De acuerdo con cifras del Reporte de Trabajo Independiente y Emprendimiento 2018, realizado por Workana, el 55% de los profesionistas independientes en América Latina cuentan con educación universitaria, mientras que un 19% cuenta con una certificación como técnico.
Para Guillermo Bracciaforte, cofundador de Workana, esto se explica debido a la especialización del mercado y los requerimientos de los proyectos para freelancers. “Las empresas contratan trabajadores independientes sobre todo para cumplir con tareas y proyectos muy puntuales, que requieren de un experto en la materia. Un profesionista especializado por lo general puede cobrar más por sus proyectos, lo que ha impulsado a más freelancers a prepararse y capacitarse”, señaló Bracciaforte.
Esto se puede ver la disminución del porcentaje de profesionistas que cuentan con un menor grado de estudios. En toda Latinoamérica, sólo un 7% cuenta con estudios de grado secundario, mientras que los freelancers que cuentan con un posgrado (maestría o doctorado) suman un 17% de los profesionales independientes.
De forma complementaria, el Reporte también mostró que el número de horas dedicadas a la capacitación aumentó entre los freelancers. En 2016 el 45% de los profesionistas independientes en Latinoamérica dedicó más de 40 horas a su capacitación y actualización, mientras que en 2017 este porcentaje subió a 49%, de los cuáles el 26% dedicó más de 100 horas a esta tarea. Este aumento en la capacitación y extensión de conocimientos demuestra que los profesionistas buscan estar mejor preparados para ser más competitivos en el mercado.
Sobre los tipos de proyectos que toman y en los campos en los cuales buscan trabajar, el 21% de los freelancers indicó que prefieren ser especialistas en un área específica, mientras que un 36% señaló que se siente más cómodo trabajando en diferentes áreas de una industria. El 43% restante señaló que un balance entre ambas opciones es lo ideal y les puede traer mejores ingresos.
“Ambas opciones son viables y tienen sus ventajas. Mientras un experto puede conseguir proyectos muy específicos y especializados por los que puede cobrar más, debido a que no hay muchos profesionales que puedan completarlos, un profesional que se dedique a tareas más generales puede conseguir varios proyectos en diferentes áreas, ganando experiencia y generando más ingresos en poco tiempo”, apunta el cofundador de la plataforma.
Un tercer aspecto sobre la formación de los profesionistas incluye los idiomas que hablan y el impacto que éstos tienen en su crecimiento laboral. El idioma más hablado por los profesionistas independientes de América Latina es el español, dominado por el 95% de estos trabajadores. El segundo idioma más utilizado es el inglés, hablado por el 44% de la población freelancer, mientras que el portugués apenas es hablado por el 5% de los profesionistas latinoamericanos.
El 91% de los trabajadores consideró que saber hablar otros idiomas tiene mucha influencia a la hora de buscar proyectos nuevos y clientes, sobre todo al trabajar con empresas de otros países.
“Una tendencia del trabajo freelance es la de volverse global y realizarse de forma completamente virtual, por lo que en un futuro los freelancers no tendrán problema para conseguir proyectos con empresas de empresas en otros países, siempre y cuando continúen actualizándose y aprendiendo idiomas”, recalca Bracciaforte.
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