Expertos entregan sencillas pero eficientes maneras para una correcta protección.
Si el arte forma parte de su interés, y el hogar es ambientado con cuadros, retratos y pinturas nunca se debe olvidar el esmero para una correcta conservación.
Lo primero es el aseo. “Para limpiar los cuadros que tienen vidrio basta con rociar un líquido específico y pasar el paño, siempre cuidando de que no entre la humedad”, detalla Daniela Mérida, propietaria de la galería de arte Mérida Romero, en Bolivia.
Si no cuenta con vidrio, entonces pasar un plumero, pero nunca un trapo húmedo.
Se debe poner atención a las fuentes lumínicas, ya que las piezas deben estar protegidas de la luz solar y de la artificial. Es recomendable que esta última no estropee el soporte (lienzo o papel).
La experta sugiere utilizar luces led que no generan calor. También aconseja no iluminar el cuadro por periodos prolongados.
En clima húmedo es enemigo de las obras que están plasmadas en papel, por lo que siempre deben estar protegidas por un vidrio, lo ideal es que éste no tenga reflejo, es decir sea mate, para que no altere la imagen y visibilidad del cuadro.
Consejos:
1. Limpieza: Es mejor con un plumero cuidando de no dejar pelusas en la obra, recomienda la artista Roxana Hartmann.
2. Manchas: Si la obra tuviera alguna mancha, el artista Keiko González recomienda quitar ésta con un trapo apenas húmedo, pero sin frotar.
3. Temperatura: Al guardar una obra hazlo en un cuarto de luz tenue, a temperatura moderada (22°c), dice Mérida. Cuida el bastidor o marco.
4. Preservación: Cuida que tus obras no se llenen de moho o insectos, revisa el sellado del marco para preservarlas, apunta Mérida.