El nuevo mercado de alta gama incorpora potentes elementos a la experiencia de conducir un automóvil.
En su primera versión asiática, la ciudad china de Shangai vio cómo el Consumer Electronics Show (CES) -evento conocido como la feria CES, cuya sede habitual se encuentra en Las Vegas, Estados Unidos- tuvo este año importantes espacios para el consumo automovilístico, especialmente ligado al lujo.
Lo visto en esa oportunidad marca con claridad lo que el mercado automotriz está trabajando sobre el tema en el futuro inmediato. En ese sentido, las propuestas de las marcas más reconocidas no sólo van por la alta gama en los materiales con los que se fabrican los autos y el confort con el que están dotados, sino que también con la incorporación tecnológica para sorprender con nuevas experiencias de conducción.
Mercedes Benz, por ejemplo, desarrolla el F 015, su vehículo de lujo auto manejado, que donde se presenta llega tranquilamente solo a los escenarios centrales.
Ford, en tanto, anuncia un muy actualizado sistema de conectividad multimedia con el Ford Sync 3.
Luego de ceder durante cinco años sin regalías casi 6.0000 patentes, Toyota pudo desarrollar un nuevo auto que potencia lujo y tecnología: el Mirai, segundo vehículo de hidrógeno en el mercado.
Audi, en tanto, no se queda atrás y con su Audi R8 e-Tron también cuenta con conducción automática, a lo que suma un nuevo sistema de luces láser que -definitivamente- se encaminan a sustituir las actuales LED.
Los casi veinte enormes pabellones del Shanghái New International Expo Center (Sniec) fueron testigos del futuro que viene en el lujo de las cuatro ruedas, en el que -sin duda- la auconducción es la experiencia más novedosa.
Se trata de una dinámica revolucionaria, ya que ofrece mucha mejor visibilidad, molesta menos al resto de conductores y consume menos.
Para Dieter Zetsche, CEO de Daimler AG -bajo cuyo paraguas se acogen las marcas Maybach, Mercedes-Benz y Smart- "los vehículos del futuro permitirán acceder a uno de los lujos más importantes del siglo XXI: el espacio privado y el tiempo".
Con evidente entusiasmo poético, el ejecutivo advierte que "los nuevos autos serán capullos exclusivos sobre ruedas, que permitirán a las personas hacer exactamente lo que quieran".
Los autos se mueven sin necesidad de que una persona tome el mando ya que cuentan con diversos sensores, radares y todo un sistema de escáneres y equipos ultrasónicos que determinan la velocidad correcta para manejar, el movimiento, el tipo de suelo, el número de carros alrededor, entre otras cosas. Un vehículo al que sólo le falta hablar como humano.
