El cambio nos intimida, nos asusta, nos reta y nos saca de nuestra zona de confort.

La vida está llena de oportunidades. Depende de nosotros poder detectarlas y arriesgarnos a tomarlas. A veces no lo hacemos por simple miedo al cambio. El cambio nos intimida, nos asusta, nos reta y nos saca de nuestra zona de confort. Pero eso no significa que sea malo. Por el contrario, el cambio es lo que nos puede llevar al progreso y al éxito.

Estas son cuatro maneras para agarrar el toro por los cuernos y aprovechar todas esas oportunidades que se nos presentan.

Empieza con algo pequeño y manejable: No se trata de cambiar tu vida completamente de la noche a la mañana. Pero sí puedes ir aprovechando pequeñas oportunidades, para que vayas aumentando tu autoestima y acumulando valor para las más grandes.

Piensa qué es lo peor que puede pasar: No es que seas negativa. Es solo que plantees en tu mente el peor escenario que puede suceder, para que veas que no es tan grave ni se acaba el mundo si fracasas. Una vez lo asumas, verás que puedes dar ese paso más confiada.

Luego enfócate en lo que puedes ganar si lo logras: Es bastante simple, el que no arriesga, no gana. Todo lo bueno y valioso de la vida conlleva un esfuerzo y un riesgo. Si quieres lograr algo especial, tienes que poner de tu parte.

Continúa buscando oportunidades siempre: Sientes temor porque crees que tienes opciones limitadas, cuando la realidad es que mientras más oportunidades tomas, se amplían tus opciones y tu capacidad de decisión. Aunque no hayas logrado el objetivo en alguna ocasión, debes ser persistente y constante en las futuras oportunidades.