Más de 450 cubanos residentes en el exterior, en su mayoría residentes en EE.UU., se reúnen en La Habana. Analistas creen que el régimen castrista podría anunciar cambios en la política migratoria.
La Habana. Cuba buscará esta semana estrechar sus lazos con los emigrantes residentes en Estados Unidos y otros países, diáspora con la que las autoridades comunistas de la isla dijeron el lunes no tener "problemas de fondo".
El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Dagoberto Rodríguez, dijo que una reunión de emigrantes programada hasta el 29 de enero en La Habana muestra que la normalización de las relaciones con más de 1,5 millones de cubanos dispersos por el mundo es un proceso "continuo, irreversible y permanente".
"Podemos afirmar hoy con absoluta seguridad que no existen problemas de fondo entre Cuba y la mayoría de sus emigrados", dijo el diplomático en la capital cubana.
Al evento bianual de emigrantes cubanos contra el embargo comercial de Washington asistirán 450 delegados, la mitad de ellos residentes en Estados Unidos.
"La relación de la nación con la inmigración es precisamente el diálogo directo sin intermediarios con aquellos, que son mayoría, que apoyan la lucha del pueblo cubano contra el bloqueo y aceptan la independencia del país", añadió Rodríguez.
Cambios migratorios. El funcionario declinó responder si el gobierno cubano aprovecharía el evento para anunciar esperados cambios en su política migratoria, entre ellos la eliminación de un "permiso de salida" para viajar al extranjero.
Pero José Pertierra, un abogado cubano estadounidense cercano al gobierno de la isla, no descartó que durante la reunión sean anunciados cambios en temas migratorios.
"Me parece que es justo, que es correcto que el permiso de salida sea eliminado. Ya es hora que acaben con eso y no me sorprendería que lo hagan", dijo el abogado de inmigración basado en Washington, que está en La Habana para participar en la conferencia.
Cuba ha dicho en el pasado que el tema migratorio es un problema de seguridad nacional y acusa a Estados Unidos de fomentar la emigración ilegal como forma de desestabilización política.
Ambos enemigos reanudaron el año pasado conversaciones sobre asuntos migratorios, interrumpidas desde 2003. Pero una segunda ronda programada para diciembre fue postergada, en medio de señales de enfriamiento de los contactos con el gobierno del presidente Barack Obama.
Obama eliminó el año pasado las restricciones para que los cubano-estadounidenses viajen a la isla, como parte de su estrategia por "relanzar" las conflictivas relaciones con Cuba.
Según el abogado Pertierra, Cuba debería hacer lo mismo.
"Ahora los cubanos (residentes en Estados Unidos) pueden venir si tienen familia en Cuba todas las veces que quieran y quedarse el tiempo que quieran. Me parece que debe haber un reflejo aquí", dijo a periodistas.
Actualmente los cubanos que residen en el extranjero pueden visitar la isla sólo por un tiempo limitado.