El diario "Granma" resaltó que en el año que recién concluyó ocurrieron 3,96 defunciones por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representó una disminución en la tasa de 0,08 respecto a igual etapa precedente, cuando se reportó una cifra de 4,04 fallecimientos.

Cuba registró el índice de mortalidad infantil más bajo de su historia al cierre de 2018, por segundo año consecutivo, con casi 4 por cada 1.000 nacidos vivos, destacaron hoy medios oficiales de la isla.

El diario "Granma" resaltó que en el año que recién concluyó ocurrieron 3,96 defunciones por cada 1.000 nacidos vivos, lo que representó una disminución en la tasa de 0,08 respecto a igual etapa precedente, cuando se reportó una cifra de 4,04 fallecimientos.

Según cifras preliminares, en 2018 ocurrieron 116.320 nacimientos, 1.349 más que en el año previo, y se produjeron 461 defunciones en niños menores de un año, es decir, cuatro menos que en 2017.

El jefe del departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Roberto Alvarez, expresó que en este resultado incidieron de forma positiva las acciones para el perfeccionamiento del programa del médico y la enfermera de la familia, así como el desarrollo alcanzado por la genética médica comunitaria.

Mencionó también el programa nacional de diagnóstico, manejo y prevención de defectos congénitos y enfermedades genéticas.

Dicho programa permitió mantener por 6 años consecutivos la tasa de mortalidad infantil por defectos congénitos por debajo de 1 por cada 1.000 nacidos vivos, al registrar 0,8 al cierre de diciembre pasado.

En Cuba, los bebés son vistos en consulta médica 12 veces en el año de forma programada, además de contar con exámenes de un genetista y recibir inmunización contra 12 enfermedades que se pueden prevenir.

Cada mujer embarazada de Cuba recibe en promedio 17 controles de salud, y casi el 100% de ellas lleva a cabo el parto en hospitales y maternidades.