Aunque aportan beneficios a nuestra dieta, son también muy calóricos.

Los frutos secos están entre los preferidos de muchos para comer como colación durante el día o para “picotear” en la noche. Algunos de ellos son almendras, maní, nuez, castañas, piñones, pistachos, pasas, entre otros.

Además de ser ricos, estos alimentos naturales contienen muchos nutrientes y componentes saludables, aportando a nuestro bienestar.

Algunos de ellos son grasas ‘buenas’, es decir, ácidos grasos mono y poliinsaturados, como el omega 3: los frutos secos suelen contener entre 30% y 60%, indica el periódico español El País.

También son ricos en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y compuestos bioactivos antioxidantes.

Pero el hecho de que sean saludables no quiere decir que podamos comerlos indiscriminadamente.

Lorena Enríquez, de la Academia Española de Nutrición y Dietética, explicó en El País que los frutos secos tienen muchas calorías, por lo que se recomienda comer dosis reducidas cada día.

Por ejemplo, expresa que “partiendo de que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen un aporte calórico de 2.000 a 2.500 kilocalorías por día para un varón adulto, y de 1.500 a 2.000 para las mujeres, 100 gramos de nueces crudas nos aportarán 688 kilocalorías, el 34,4% de las 2.000 diarias establecidas“.

Para prevenir una ‘sobredosis’ de estos alimentos, la experta aconseja tener cuidado cuando los incorporamos en distintas comidas durante el día, porque podemos no darnos cuenta de la gran cantidad que estamos consumiendo si los dividimos en porciones pequeñas.