Un tatuaje requiere de cuidados, como limpieza y un trato delicado, para que éste no se infecte ni se inflame más de lo que debería.

Un tatuaje requiere de cuidados, como limpieza y un trato delicado, para que éste no se infecte ni se inflame más de lo que debería. Sin embargo, a pesar de todas esas precauciones, un estudio publicado por Annals of Internal Medicine, asegura que existen infecciones que incluso pueden expresarse 15 años después.

Esta investigación empezó cuando una mujer australiana fue internada en el hospital Royal Prince Alfred por presentar pequeños bultos en su axila. Al igual que los médicos, la mujer de 30 años pensó que se trataba de cáncer; no obstante, al remover la piel, se descubrió que la zona no estaba dañada.

Después de descartar enfermedades, alergias y otros padecimientos, los expertos del recinto concluyeron que se trataba de una reacción ante un tatuaje que la mujer se había realizado hace 15 años.

Los médicos llegaron a esta conclusión luego de analizar el viaje de la tinta del tatuaje hacia los nudos linfáticos, parte del cuerpo que se dedica a eliminar las toxinas que hay en el interior, y que pueden reaccionar incluso años después del trauma dermatológico (tatuaje).

Según explicaron los investigadores del European Synchrotron Radiation Facility –ESRF–, “la presencia de nanopartículas tóxicas de dióxido de titanio en la tinta del tatuaje puede adentrarse al cuerpo y luego acumularse en nudos linfáticos, y después causar una infección con el paso del tiempo”.

Es por ello, que el ESRF llama a no sólo a asegurarse de la limpieza del local y los utensilios del tatuador, sino que además en la composición química de los colores.

Hiram Castillo, una de los autores del estudio y científica en ESRF, explica que existen algunos estudios que muestran el imacto tóxico de la tinta como resultado de la presencia de preservativos y contaminantes como el nickel, cromo, manganesio o cobalto, traduce el sitio de entretención PlayGround.

“Si los pigmentos del tatuaje viajan hacia los nudos linfáticos, son éstos mismos los que no sólo cambian de color al del diseño, también son los que terminan por recibir el impacto. En consecuencia, el cuerpo intenta limpiar la entrada del tatuaje mediante la infección que requiere atención médica de urgencia”, señala el sitio.