Publicación de libro con expertos internacionales subraya la extraordinaria adaptación humana del grupo al desierto y el mar, además de la sofisticada forma de pensar la trascendencia entre la vida y la muerte, con un sistema de momificación miles de años anterior al de Egipto.
Casi un decena de expertos de Chile, España, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Perú y Francia, se reunieron bajo el alero de la Universidad de Tarapacá (Chile) y el Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco para la publicación del libro “The Chinchorro Culture: a comparative perspective, the archaeology of the earliest human mummification”.
El texto reúne las mejores investigaciones que explican y argumentan la singularidad de este tipo de cultura que se desarrolló en la actual zona chilena de Arica y Parinacota, que combinó las dificultades del desierto y supo explotar los recursos de la costa marina.
De sus prácticas, destacan tanto la implementación gradual de rituales funerarios complejos, en los que se incluía un sofisticado proceso de momificación artificial desarrollado 3000 años antes que la técnica de momificación en Egipto, además de su notable adaptación para desarrollarse y mantenerse viva en uno de los desiertos más áridos del mundo, el de Atacama.
La publicación es considerada por expertos como un nuevo paso en el camino que lleva la Cultura Chinchorro para ser declarada como Patrimonio de la Humanidad.
En la ceremonia de presentación del libro, el rector de la Universidad de Tarapacá, Arturo Flores, subrayó que la entidad creó el Centro de Gestión del Patrimonio Regional de los sitios de Chinchorro, que alberga la administración de los sitios y la ejecución del plan de gestión unificado que integra un directorio público.
Nuria Sanz Gallego, directora y representante de la Oficina de la Unesco en México, indicó su satisfacción por compartir "un proceso muy cercano de trabajo desde hace más de seis años con la gente de Chile para cumplir las formalidades de una nominación".
En ese sentido, el trabajo hecho por la universidad nortina ha permitido establecer un sólido análisis del sitio patrimonial, mientras que la Unesco coordinó los esfuerzos para contar con un trabajo elaborado por variados expertos internacionales.
En torno al foco de estudio, y como postulante a la lista de Patrimonio Mundial, Sanz sostuvo que “la cultura Chinchorro es una forma extraordinaria de expresiones humanas adaptativas, en este caso en uno de los territorios más difíciles en la costa pacífica, a lo que se suman expresiones sofisticadas de pensar el medio y la trascendencia entre la vida y la muerte".