Enfocar esfuerzos en crear ambientes sanos y que aporten bienestar a los colaboradores es un importante reto, pero ¿cómo hacerlo?
El empleo ya no es lo que representaba en el pasado, un lugar que diera dinero, requiriera invertir ocho horas o más en una oficina y con un régimen estricto de los jefes. Hoy las nuevas generaciones como los millennials y centennials, que representarán 75% de la fuerza laboral para el 2025, buscan otro tipo de entornos.
Estas necesidades representan un importante reto para las áreas de recursos humanos, que deben enfocar esfuerzos en crear ambientes sanos y que aporten bienestar a los colaboradores, pero ¿cómo hacerlo? Una forma es a través de la implementación de la cultura de agilidad.
Para Renata Maldonado, directora de Recursos Humanos de Natura México, una forma de responder eficazmente a las necesidades de las nuevas generaciones es con la cultura de agilidad que implementa en la organización, que este año se posicionó en el lugar 22 del ranking los mejores lugares para trabajar en el mundo, elaborado por Great Place to Work.
“Ser ágil es tener la habilidad de anticiparse y responder a los cambios de volatilidad del mercado, para generar valor y crear una ventaja competitiva. Hay que tener flexibilidad, simplicidad, adaptabilidad y velocidad”, manifestó durante la charla “Tendencias en la industria de RH para el 2020”.
Destacó que por años se ha trabajado de forma tradicional, como empezaron las generaciones anteriores, lo que predominó por años, pero ante el crecimiento de los millennials y centennials, se ha tenido una revolución importante donde si las organizaciones no se adaptan a ello, pueden sufrir algunos daños.
Por ejemplo, en este año se observaron dos riesgos: pérdida de confianza de los empleados y el de mayor atracción de talento. En este sentido, es importante buscar personas flexibles y con facilidad de adaptarse al cambio.
“La estructura tradicional debe cambiar a un esquema colaborativo, es decir, que trabajemos todos combinados en donde el rol de líder lo tiene alguna de estas personas”.
El líder del modelo ágil debe inculcar la transparencia y confianza, autonomía y alineamiento, hacer equipo y colaboración y aprendizaje, que las personas puedan crecer en la organización.
El problema es que aún hay empresas centradas en los procesos de recursos humanos (RH), más que en la gestión. Se preocupan más por el proceso de atracción de talento, capacitación o administración de personal.
Motivación común
Un aspecto importante que los líderes de RH deben tener presente al crear una cultura ágil, es que no se trata de un tema de generaciones, sino de gestionar una cultura de trabajo para que todas las personas encuentren un propósito en sus lugares de trabajo, transformarse en células de trabajo interdisciplinarias para lograr un objetivo en común.
“Significa que ya no voy a generar sentido de pertenencia por el tipo de trabajo que hago, sino por el todo, por un propósito común donde todas las áreas colaboren”. Esto permitirá que sean parte de las decisiones de la organización y se sientan valorados, una prioridad para las nuevas generaciones.
“Les gusta sentirse valorados para algo o alguien y eso es clave para la gestión del trabajo”, finalizó.
FOTO: PEXELS.COM