El director de la Escuela de Estudios Avanzados en Alimentación y Nutrición de la Universidad de Parma habla sobre qué ha hecho a esta una de las más populares dietas en el mundo.
Se escribe mucho sobre dietas para bajar de peso. Internet está lleno de diferentes guías de alimentación, a veces enfocadas al peso, otras en visiones éticas, pero no siempre con suficiente -o alguna- evidencia científica que las respalda.
En el otro extremo, está la llamada dieta mediterránea. Basada en lo que se come, o comía, en países o Italia y Grecia, que ha demostrado tener efectos positivos para la salud de quienes la comen. Para Daniele del Río, director de la Escuela de Estudios Avanzados en Alimentación y Nutrición de la Universidad de Parma, su fama se basa en dos factores: ciencia y sabor.
En el marco de su visita a Chile, del Río habla con LifeStyle para analizar sus beneficios y cómo llevarla hoy en día en países lejos de su origen.
-¿Qué hace a la dieta mediterránea tan interesante?
-Es el hecho de que entre todas las dietas es la más estudiada y para la que hay más evidencia increíble sobre efectos beneficiosos para la salud humana. Científicamente es aparentemente la más robusta en términos de beneficios para la salud.
Eso la hace tan famosa.
-¿Hay un componente de marketing también?
-Sí, definitivamente. Y no veo ninguna vergüenza en brandear y marquetear algo tan bueno y que tiene evidencia de ser tan bueno. Aunque veo el problema de usar marketing en cosas que no son saludables, en algo que es saludable, es extremadamente positivo.
Claro que detrás vienen mucho de nuestra cultura mediterránea, comportamientos, modo de vida, y puedo ver compañías que toman la ola y entran sus productos con esto. Pero no es necesario hacer una dieta mediterránea con productos de allá, lo importante es traer el modelo, y adaptarlo a lo local.
El branding puede servir para algunos productos totalmente no disponibles en otros países, como hablar de aceite de oliva en el Reino Unido, porque no producen, siendo un ingrediente saludable, pero en Chile hay aceite de oliva y probablemente se puede hacer en Argentina, al menos geográficamente. Y si no hay, puede haber otra solución.
El marketing es secundario y lo importante es la idea.
-¿Cuáles serían los principales beneficios para usted?
-El primero, el que se observó en los 60s, cuando fue ligado a la salud cardiovascular y aún es muy importante. Es también el principal objetivo, porque es el principal factor de muertes totales. No mueres de obesidad, mueres de las complicaciones, lo mismo con la diabetes y estas complicaciones son cardiovasculares la mayor parte del tiempo. Ha funcionado muy bien protegiendo de riesgo cardiovascular y podemos hablar aparte de las razones científicas, pero es el principal beneficio.
Además, es muy buena, muy sabrosa. No estamos hablando de dieta de hospital. Son recetas muy buenas desde el punto de vista hedonístico.
-¿Cómo se puede incorporar en la vida? ¿Es un cambio que se puede hacer de la noche a la mañana?
-Sí, quizás no lo que se hablaba hace 60 o 70 años atrás, pero algo muy similar. Las guías son muy simples: come más frutas y vegetales. Le pusimos un nombre, pero es comer eso y más legumbres, un poco de pescado. No es una dieta inventada, es algo que la mayoría de la población en Grecia e Italia come regularmente. El hecho es que, también vivían un ritmo de vida diferente al de hoy. Pero puedes hacerlo fácilmente en tu cocina hoy si tienes la condición socioeconómica adecuada, sino puede no ser tan fácil.
En ese sentido es importante la política pública. El acercamiento mediterráneo ha bajado muy rápidamente en Italia cuando la crisis económica atacó. Hay una tendencia de cambiarse a calorías baratas cuando hay problemas monetarios.
Es necesario hacer que esto sea más accesible, aunque no tengo idea de cómo se puede hacer. Eso debe hacerse.
-En esa línea ¿Cree que también tienen un rol en esto los chefs y los restaurantes para "combatir" la comida rápida?
-Los restaurantes pueden hacer mucho y algunos de ellos lo hacen. Pero entiendo el problema, porque no puedes cambiar un restaurante a uno "saludable" porque culturalmente, vas a perder clientes. Pero los restaurantes son el segundo nivel de intervención.
El gobierno es el primero, como dando ventajas a los restaurantes que cocinan utilizando ciertos acercamientos saludables o mediterráneos. Yo no soy pro-comida rápida, pero creo que con la educación adecuada, verás menos demanda y menos comida rápida. Y puedes actuar en ellos, algunas de esas marcas han intentado tener opciones saludables, y dicen que venden comida chatarra. Si los empujas en ese sentido, la mitad del trabajo está hecho.
Culturalmente decir que la comida rápida es la muerte, como el cigarrillo, no está funcionando. Es una exageración comparar fumar y una hamburguesa, porque hay similitudes, pero grandes diferencias desde la evidencia. Debes estar al tanto de que no puedes comer solo hamburguesas y que necesitas frutas y verduras.
Cuando te das cuenta que es bueno para ti y te hace sentir mejor, el resto viene solo. Pero puede que yo solo sea un soñador.
-¿Cómo ve la competencia de la dieta mediterránea con las preferencias alimentarias populares de hoy como el veganismo o vegetarianismo?
-Bueno, el vegetarianismo ha sido probado recientemente con una dieta mediterránea sin encontrar casi diferencia. Son ambas buenas. No había diferencia. No hay problema. Es un comportamiento que tiene sentido éticamente en muchas formas y también nutricionalmente.
El veganismo es otra historia. Porque en su mayoría viene con comportamientos muy raros, como querer comer cosas que no son hamburguesas, pero son similares y es de tofu o soya. Si no eres un productor de soya, como es el caso de Italia, todo eso viene de otra parte y en relación al impacto, es un problema.
En un estudio reciente vimos que personas en posiciones más extremas como "frutarianos" (comiendo solo frutas) tenían un impacto mayor que un omnivoro, porque para obtener la calorías que necesitas para tu cuerpo, tienes que comer demasiada fruta, e impactas más que comiendo un trozo de carne.
No veo el sentido del veganismo fuera del tema ético. Y honestamente, quizás ni eso veo. Pero con el vegetarianismo no hay problema.
Pero otras dietas inventadas en Internet como la paleo, keto o zone, son tonterías. No hay evidencia que vincule esas dietas a la salud.
-¿Qué rol tienen las redes sociales en esto?
-Todo el mundo puede aparecer diciendo cosas que no son necesariamente estudiadas o reales. Es un problema y no hay una sola estrategia para luchar contra eso. Nosotros tenemos un problema con la vacunación en Italia, porque los antivacunas andan por la web hablando del tema y aunque otros siempre los contradigan en las redes, no funciona, hace lo contrario, de hecho.
No soy un experto en comunicaciones, así que no se cuál es el acercamiento necesario.
Siempre que les doy el último discurso a mis alumnos, les digo que ellos son la primera barrera contra la falsa ciencia y la falsa nutrición, es su responsabilidad divulgar la verdad. No hay una solución sencilla, hay muchos comportamientos raros y dietas en Internet sin evidencia, pero mientras haya gente con eso en mente, van a mantenerse.