La ventaja competitiva de Netflix fue saber exactamente quiénes eran los fanáticos como personas, y ser capaz de ofrecerles la serie directamente a ellos.
Hace casi cinco años, una serie que seguía la vida de unas reclusas en una prisión sacudió a la televisión. “Orange is the New Black” se convirtió en un éxito inesperado y ayudó a Netflix a ponerse en el mapa como creador de entretenimiento original e innovador. La serie amplió los límites con su humor negro y elenco diverso, y se convirtió en el contenido original de Netflix más visto.
Las plataformas digitales como Netflix tienen más datos sobre los gustos de los consumidores que cualquier empresa de entretenimiento antes; eso es obvio. Sin embargo, mucha gente no comprende en esencia cómo usan estos datos. La ventaja competitiva de Netflix fue saber exactamente quiénes eran los fanáticos como personas, y ser capaz de ofrecerles la serie directamente a ellos.
Este tipo de emparejamiento puede crear un enorme valor tanto para los clientes como para los negocios. En lugar de enfocarse solo en ofertas con un atractivo masivo de éxito asegurado, las plataformas digitales pueden arriesgarse con contenido peculiar porque pueden entregarlo directamente a la audiencia más adecuada.
Las series con contenido innovador como “Orange is the New Black”, “Transparent”, de Amazon, y “The Handmaid’s Tale”, de Hulu, han encontrado fanáticos devotos en línea. Como explicó el jefe de investigación de NBC Universal, Alan Wurtzel: “Su modelo de negocio es hacerte firmar un cheque el próximo mes. Así que no todas las series de Netflix tienen un atractivo amplio”. Este enfoque desafía la definición del éxito de la industria del entretenimiento, que tradicionalmente se medía por la cantidad de espectadores y las cifras de ventas.
Otros elementos del enfoque de Netflix también favorecen una mayor libertad creativa. Un modelo de negocio basado en suscripciones significa que no hay anunciantes que ofender, sino solo clientes que deleitar, lo que les da a las empresas de emisión en continuo un mayor margen para crear contenido controversial o provocador. Finalmente, esto lleva a una mejor experiencia para el consumidor y a un nuevo tipo de relación entre los consumidores y los proveedores de contenido.
Más que matar la creatividad, quizá los grandes datos están propiciando una nueva era para ella.
(Michael D. Smith es profesor de la Escuela de Negocios Tepper y del Heinz College de la Universidad Carnegie Mellon. Rahul Telang es profesor del Heinz College).
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