Basado en el desarrollo de “software” y con la base del liderazgo aprendido en EE.UU., dice que lo más importante no es el cliente, es el empleado.
- ¿Quién es David Ortiz?
Tengo 33 años. Estudié ingeniería industrial y administración de empresas en Los Andes. Tuve la fortuna de contar con un papá emprendedor, que fundó una empresa hace 30 años, de software contable la cual vendió a una multinacional holandesa y, hace 10 años, él tuvo la fortuna de invitarme para recomprar la empresa y que fuera 100% colombiana. Ahí entré a trabajar con él y comenzó mi historia de emprendimiento.
- ¿Qué es Siigo?
Es una empresa de software contable administrativo para pequeños y medianos negocios, con el que pueden llevar toda su contabilidad, su administración, ventas, inventarios, costos, activos..., todo el tema tributario para ayudarles en la operación. Entonces lo que hacemos es ayudarles a los emprendedores del país a llevar una empresa organizada, a tener una empresa tecnológica competitiva para que puedan seguir creciendo de la mano de nosotros.
- ¿Colombia es una potencia en el desarrollo de software?
Yo creo que sí. Nosotros, de hecho, tenemos una fábrica de software de 50 ingenieros, todos colombianos, algunos en Popayán, algunos en Bogotá y Cali, y hemos recibido bastantes distinciones de multinacionales por nuestro software y lo ven como calidad mundial. Hace ocho meses recibimos una inversión de un fondo de Sillicon Valley, que es la cuna de la tecnología, en donde hicieron Due Dilillence y podemos decir que estamos al nivel de cualquier ingeniero del mundo. Entonces creo que sí. En Colombia tenemos un potencial gigantesco en tecnología y en innovación.
- ¿Cómo funciona lo del alquiler de la tecnología?
Hoy lo llaman SAS, Software As a Service, pero en realidad lo que sucede es que antes te vendían una caja, un CD y te lo instalaban, pero ahora lo que te ofrecemos es un servicio, tenemos una plataforma en la nube, si quieres hacer uso de todos los servicios que tenemos. A mí me parece una gran modalidad para cualquier emprendedor, empresario, porque nos aseguramos de tenerle al cliente, todo el tiempo, tecnología actualizada, porque antes vendía una caja con un CD y nunca volvía a actualizar. Hoy, aseguro calidad con innovación, pagando una mensualidad o anualidad.
- ¿El teletrabajo es la base de los negocios tecnológicos?
No creo que sea la base, pero, por ejemplo, te doy un caso específico en nuestra empresa. Tenemos casi 400 trabajadores, el 40% de ellos siempre está en teletrabajo, dos días en la oficina y dos días en la casa. Para mí es un tema más de calidad de vida en ciudades como Bogotá, donde el tráfico impacta tanto. Que las personas puedan estar en su casa y no dos horas de ida y dos de vuelta, para que tengan una mejor calidad de vida. Eso hace que las empresas y los empleados puedan tener una mejor relación entre ellos.
Nosotros, por ser una empresa de tecnología, podemos trabajar muy digitalmente, hacemos reuniones virtuales y no creemos que la presencialidad sea necesaria. Pero no creo que lo deban hacer todas las empresas de software, eso depende de cada una, de lo que quieran en su interior y de si quieren una mejor calidad de vida o no.
- Hacen parte del selecto club de emprendedores Endeavor. Eso, en otras palabras, ¿qué significa y cómo los cambió?
Hace cuatro años fuimos seleccionados como emprendedores Endeavor. Esto es un reto gigantesco, porque empieza uno a mostrarle su empresa, su pyme, a personas y a mentores muy avanzados en muchos temas. De hecho, tuvimos unos paneles en Estados Unidos, en donde revisaban nuestra estrategia, nuestra operación, nuestros indicadores, entonces lo ponen a uno a prueba para ver si uno sí tiene lo necesario para ser una empresa de talla mundial. Entonces quedar seleccionado nos abrió puertas a muchos mentores y experiencias de otros empresarios que invitan a pensar en grande.
- ¿Qué es eso del software de la felicidad?
Nosotros creemos como filosofía de trabajo y de vida que la prioridad no pueden ser los clientes, deben ser los empleados. ¿Eso qué quiere decir? Que si nosotros queremos a empleados con un nivel de felicidad gigantesco, al final el cliente es el que va a recibir esa felicidad. Nosotros velamos porque quienes trabajan en nuestro negocio sean personas felices e impecables; eso va a repercutir en el servicio al cliente, en las personas. ¿Por qué decimos lo del software de felicidad? Porque si un cliente de nuestro producto, gracias a la atención que le damos, transforma su día a día, pues eso se contagia. Si lo hacemos bien, contagiamos a otros empresarios y así logramos impactar a más personas en el mundo.
- ¿Les funciona? ¿Cómo lo miden?
Creo que sí. Es difícil medirlo. No creo mucho en esas encuestas internas de trabajo, pero sí hay indicadores. Desde que nos volcamos a la cultura de la felicidad, nuestros indicadores de satisfacción de servicio al cliente pasaron del 78% al 95%, entonces esos resultados hacen que se confíe en la estabilidad y felicidad del trabajador, porque se ven los resultados. Desde que implementamos esto, nuestra empresa ha crecido en número de clientes, casi un 25% anual sostenido, durante los últimos cinco años.
- Entiendo que conocieron un modelo de liderazgo que ahora aplican en su empresa. ¿Qué es?
Una de las fuentes de inspiración nuestras han sido libros como el de Scaling Up Excellence: Getting to More Without Settling for Less, donde muestran que, en realidad, si la empresa tiene una cultura fuerte, va a lograr alcanzar cualquier objetivo, que todos tengamos un propósito común, y en este caso es transformar vidas de contadores y empresarios. Si no es así, no va a lograr una empresa que cientos de personas trabajen con la misma pasión y podamos ofrecer un software muy bueno con un buen servicio. O el libro que se llama de Delivering Happiness: ¿Cómo hacer felices a tus empleados y duplicar tus beneficios? que hace entender que sí hay una coherencia entre la felicidad de los trabajadores y el éxito de cualquier negocio. Ese nos inspiró bastante.
- Tiene menos de 40 años, hace parte de esa generación que está llamada a hacer cambios en la sociedad. ¿Cuál es su apuesta por este país?
Dar ejemplo transforma vida. Tenemos una filosofía al interior de Siigo: Si cada uno trabaja no por un sueldo sino por pasión y un propósito mayor, lo que vamos a ofrecer es a esos microempresarios de Colombia algo que al final los lleve al éxito; entonces, los hijos de esos empleadores verán que el trabajo es una cosa chévere, que lo que se hace con pasión es para que más y más personas no vean el trabajo como algo que les toca sino algo que los inspira.
Creemos que si logramos toda esta cultura, donde se trabaje con un propósito y pasión, impactamos a miles de personas y logramos que cada uno aporte su granito de arena. Somos románticos en eso y es que si logramos que los 400 trabajadores le den ese ejemplo a sus hijos, las nuevas generaciones van a buscar lograr siempre un impacto mayor vinculado al tema social. Si difundimos esa mentalidad a todos nuestros empresarios, de aquello de mejorar la calidad de vida, podremos bajar el índice de empresas que no pasan de los tres años porque se quiebran, vamos a impactar el mundo. Nuestra razón de ser es dar ese ejemplo para que más gente se apasione de hacer las cosas bien. y que todos se contagien.