Empresarios y ejecutivos realizan cursos y capacitaciones online para seguir formándose.
ElObservador.com.uy. Todas los viernes por la mañana, el emprendedor y tecnólogo argentino Santiago Bilinkis se dedica a estudiar. No concurre a una universidad o a un salón de clases de alguna institución, sino que "bloquea" su agenda y desde su oficina o su casa realiza un curso vía internet. Esto, a través de las varias plataformas disponibles para realizar capacitaciones online, a la que recurren empresarios y ejecutivos de todo el mundo.
Varios CEO como Randall Stephenson de AT&T, Mark Zuckerberg de Facebook, Ellon Musk de Tesla entre otros, optan por esta modalidad de formación, ya que les permite seguir capacitándose y adquiriendo habilidades, entrenar su cerebro y prepararse para el futuro, desde la comodidad de su escritorio.
Algunos estudian sobre herramientas vinculadas a su profesión o simplemente profundizan en materias pendientes que siempre quisieron aprender. La modalidad online en las apretadas agendas de los CEO o ejecutivos hacen de esta la forma ideal para seguir formándose.
Bilinkis ha realizado cursos a través de la plataforma edX –muy popular en el mundo de formación online– en la que se encuentran cursos de centros de estudios como Harvard, Berkeley, Stanford y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), entre otros, con docentes referentes en sus áreas. Aunque Bilinkis prioriza unas horas por semana para estudiar, cuando le surgen viajes o reuniones impostergables, la modalidad online le permite retomar tiempo después. "En este momento, seguir aprendiendo y mantener mi cabeza ágil es lo más importante en lo que puedo invertir tiempo", dijo el argentino a Café & Negocios.
Aunque esta modalidad es muy cómoda y permite disponer de más tiempo que si se asistiera a un salón de clases o viajando al país en el que se encuentran las universidades, uno de los aspectos negativos, según Bilinkis, es la falta de exigencia por parte de otra persona, cuya figura es ocupada en un salón de clases por el docente. "Depende de tu propia motivación. En mi caso, a veces hago cursos que me interesan y a veces que me sirven para mi trabajo", comentó.
Cerca de los mejores
El CEO de Prospekta Marketing, Ariel Pfeffer, hace dos años buscó hacer un curso con Michel Sandel, un docente de filosofía "estrella", según lo definió. En la plataforma edX encontró un curso de la Universidad de Harvard sobre justicia dictado por ese docente y no dudó en inscribirse.
"Éramos 52 mil alumnos online haciendo el curso; 300 estaban en el salón. La riqueza del foro de discusión era increíble", explicó. Ese curso de 12 sesiones, una por semana, implicaba que Pfeffer se marcara en la agenda el día y hora de la clase online, pero, cuando no podía seguirlo en vivo, miraba a posteriori el video de la clase. Tenía deberes y debía preparar las clases para no perderse de nada, por lo que se considera "bastante metódico" a la hora de estudiar, y le dedica varias horas por semana.
"Cualquier empresario referente a nivel mundial tiene la agenda más ocupada que los uruguayos e igual se capacita", dijo Preffer. "Trato de estudiar todos los años, es la forma de mantenerme actualizado", sostuvo. Por eso tiene en mente estudiar sobre estrategia, design thinking y emprendedurismo, temáticas que le gustan. "(El aprendizaje online) Es versátil, lo podés hacer cuando querés y desde donde querés", sostuvo.
El socio de CPA Ferrere y responsable de consultoría estratégica y capital humano, Gonzalo Icasuriaga, explicó que la formación en vivo en la que hay un docente y alumnos que están en un sitio diferente siguiendo la clase desde cualquier sitio del mundo en vivo, es solamente una de las modalidades que ya se viene utilizando es varios tipos de programas de formación.
Desde webinars (conferencias sobre temas técnicos generales o super específicos), hasta programas de posgrados, maestrías y doctorados. "Una modalidad distinta que a veces se confunde son los E learning, en donde la capacitación sucede en cualquier momento, no hay conexión entre un docente y un alumno en vivo, sino que hay un curso que está armado y el interesado lo realiza en cualquier momento", lo que a veces puede entenderse como más simple o de menos valor, según Icasuriaga. Sin embargo, esta valorización la otorga el prestigio de las universidades que "liberan" parte de su oferta al mundo online.
"Hoy hay muchos ejecutivos que quieren capacitarse y no tienen tiempo y quieren hacer cosas de calidad. Esa necesidad lleva naturalmente a probar y hay muy buenas alternativas, a veces mixtas (online y presencial) que suelen abrir muchas posibilidades", explicó.
El propio Icasuriaga es un fiel seguidor de las capacitaciones online. Este año realizó un programa de coaching organizacional en liderazgo generativo, del The Institute of Generative Leadership, que combinaba las modalidades presencial y online. "El curso duró un año. Tuvo una semana presencial en Chile al comienzo, luego se armaron grupos reducidos con prácticas de trabajo todos los meses.
Teníamos reuniones semanales con un grupo virtual, con personas de todas partes del mundo. Nuestro coach estaba en Brasil y nos reuníamos con él", puntualizó. Añadió que "era como estar reunidos en una oficina, pero de forma online".
20% es el tiempo mínimo necesario para estudiar a lo largo de la vida, según los CEO internacionales que aplican esta regla.
En Uruguay aún es incipiente el uso de estas herramientas por parte de empresarios y ejecutivos, pero Icasuriaga entiende que se debe a la dificultad de cambiar ciertas costumbres. "Hay paradigmas y hábitos que tenemos incorporados por nuestra manera de ver las cosas, que no nos dejan ver las posibilidades de la tecnología que están disponibles hoy".
El Netflix de la educación
Coursera y Udacity son las plataformas elegidas por la cofundadora de ThalesLab, Sylvia Chebi, para capacitarse. Uno de los cursos que le resultó más interesantes fue el de la Universidad de Stanford titulado Cuán irracionales somos para tomar decisiones, sobre economía. También cursó sobre inteligencia artificial y participó de un programa de la aceleradora de Silicon Valley Y Combinator.
Chebi estudia cuando tiene tiempo libre, especialmente los fines de semana. "Siempre me interesó aprender cosas, y (en las plataformas online) aprendés con los mejores. Es muy adictivo, empezás con un curso y seguís con varios. Es como Netflix", sintetizó. Para la empresaria, en la actualidad no hay excusas para no aprender: "Puede que en Uruguay este tipo de capacitaciones se utilice menos de lo que podría, más que nada por desconocimiento del potencial".
"Son cursos divertidos, que te atrapan con los videos. Empezás con uno y seguís. Es como Netflix", dijo Chebi.
Mantener la disciplina
Resulta difícil evitar distraerse con un email que llega en el momento en que está prestando atención a la clase o mirar WhatsApp y ponerse a responder mensajes. Los empresarios y ejecutivos consultados coinciden en que la clave para tener éxito estudiando en esta modalidad es estar motivado.
El cofundador de dLocal, Sergio Fogel, cayó en algunas de estas distracciones mientras realizaba un curso online sobre estrategias en un mundo de disrupciones digitales, de la escuela de negocios francesa Insead, que le demandaba cinco semanas. Sin embargo, pudo completarlo.
"En mi caso me reservaba tres horas durante dos días a la semana para mirar los videos y preparar las actividades. Una vez por semana hacíamos videollamada de una hora en un equipo de cinco personas. Era muy similar a estar en una clase", sostuvo.
Fogel hizo más de 10 cursos en esta modalidad, sobre historia, biología, management, y machine learning, entre otros. La mayoría los cursó por curiosidad aunque no se vinculen directamente con el área tecnológica en donde se desempeña. En el caso del curso de Insead, debía pagar para realizarlo. Sin embargo, hay muchas plataformas gratuitas para estudiar de forma online. Para acceder a un diploma que acredite el curso realizado, es necesario pagar una suma que va entre los US$ 50 o los US$ 100. Muchos estudian para obtener los conocimientos sin querer acreditarlos en su currículum y por eso no pagan por el diploma, mientras que otros, como Fogel, contribuyen con la plataforma y el docente que dicta el curso a través del pago por el certificado.
A lápiz y papel
Sentado en su escritorio, preparando ejercicios, a veces aprovechando los vuelos en avión y esperas en aeropuertos, fue que el presidente del Plan Ceibal, Miguel Brechner, realizó un curso de teoría de juegos hace tres años, dictado de forma online por la Universidad de Stanford. "Hubo semanas en las que tenía mas tiempo y me fue mejor, y otras en las que no podía estudiar mucho y no me fue tan bien", recordó Brechner.
Aprendió mucho de esa experiencia, y está buscando repetirla el año próximo. "A veces uno piensa que la educación online es trivial, pero no es así. Funciona bien si hay voluntad de la persona, porque exigencia hay, al tener que hacer ejercicios y mirar videos", dijo.
18.000 estudiantes uruguayos realizan cursos en la plataforma edX, según datos brindados por la misma red.
La formación online abrió un nuevo mundo, según Brechner. "Antes querías aprender algo y te comprabas un libro. Hoy podés hacer eso pero también tenés cursos, y esa es la gran diferencia", resumió.
Por otra parte, la socia directora de Impuestos de EY, Martha Roca, realizó cursos de liderazgo, estrategia, negociación y recursos humanos online de la Universidad de Hardvard, que salían de su área de trabajo específica. "Es una manera de formarte sin viajar. Te abre la cabeza porque se trabajan casos de todo el mundo", puntualizó. En su caso, Roca aprovechaba la hora del almuerzo para atender las clases, y estudiaba en su tiempo libre fuera de la oficina. También piensa volver a cursar de esta forma.
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