La esperanza de vida en el país des de 75,1 años y, según cifras del 2014, en general mueren más hombres que mujeres.
Nelly Toche, El Economista. Para la mayoría de los mexicanos, el Día de Muertos (2 de noviembre) es una celebración: se trata de honrar a los difuntos a través de tradiciones mayoritariamente prehispánicas. Pero la fecha también permite reflexionar el tema de la muerte en términos estadísticos.
A través de los datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), se sabe que en el 2016, la esperanza de vida de los mexicanos es de 75,1 años y que fallecen 131,2 hombres por cada 100 mujeres (2014), pero en el grupo de 20 a 34 años hay una especial preocupación con 313,7 defunciones masculinas por cada 100 femeninas.
En el 2014 se presentaron más de 633.000 muertes, la mayoría en edades adultas: 63,8% aconteció en la población de 60 y más años, 24,5% en adultos de 30 a 59 años, mientras que la población infantil (cero a 14) y joven (15 a 29 años) representa 5,9 y 5,3% de las defunciones totales, respectivamente.
Los registros de la Conapo indican que las principales causas de muerte en el 2014 asociadas a enfermedades crónicas degenerativas son: la diabetes mellitus (14,8%), las enfermedades isquémicas del corazón (13,0%), las del hígado (5,4%) y las cerebrovasculares (5,2%), ocasionando en conjunto, 38,4% de los decesos totales.
El fallecimiento por edades
En niños menores de un año las defunciones ocurrieron durante sus primeros 28 días de vida (63,1%).
Éstas son producidas por afecciones originadas en el periodo perinatal (49,6%); una de cada cuatro (25,4%) por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas y 4,1% por neumonía.
Posteriormente, para niños de uno a 14 años, se distinguen dos etapas: en la primera se encuentran las defunciones en edad preescolar (uno a 4 años) siendo las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (16,5%), neumonía (8,1%) y los accidentes de transporte (6,6%).
En la segunda etapa se encuentran defunciones en edad escolar (cinco a 14 años) en las cuales la principal causa de muerte se da por accidentes de transporte (11,2%), seguida por la leucemia (9,9%) y las malformaciones congénitas (6,6%).
De los jóvenes de 15 a 29 años, se sabe que la mayoría goza de buena salud, pero la mortalidad y la morbilidad siguen siendo elevadas; el consumo de alcohol o tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección y/o la exposición a la violencia pueden poner en peligro no solo su salud actual, sino también la de años posteriores.
La mayoría de los fallecimientos en los jóvenes son clasificados como violentos y se visualiza una diferencia tendiente a los hombres.
En los hombres se registraron 24,627 defunciones, de las cuales, las agresiones (24,6%), los accidentes de transporte (17,8%) y las lesiones autoinfligidas intencionalmente (8%) son las tres principales causas de muerte. Por su parte, el monto de las defunciones en la población femenina (8.679 muertes) es casi tres veces menor.
En los de adultos se registraron 37.662 defunciones masculinas: las agresiones (16,7%) son la principal causa de muerte, seguida por las enfermedades del hígado (10,9%) y los accidentes de transporte (9,6%).
En las mujeres con un monto de defunciones de 15.789, la diabetes mellitus (9,6%) es la principal causa de muerte, seguida por los tumores malignos de mama (6,1%) y las enfermedades isquémicas del corazón (5,0%).
En el caso de los adultos mayores, a partir de los 60 años, las principales causas de muerte en los hombres son las enfermedades isquémicas del corazón (17,7%), la diabetes mellitus (15,7%) y las enfermedades cerebrovasculares (6,2%). En las mujeres, la diabetes mellitus (18,6%), las enfermedades isquémicas del corazón (16,1%) y las enfermedades cerebrovasculares (7,4%).