La posibilidad se multiplica de cinco a diez veces. Así se desprende del seguimiento de casi medio millón de personas durante una década.
Charité – Universitatmedizin Berlin / Cluster Salud. En lo que representa un avance importante en la prevención de uno de los tipos de cáncer más comunes, investigadores de la Charité-Universidad de Berlín demostraron que los niveles de selenio en la sangre están asociados con un menor riesgo de desarrollar cáncer de hígado.
El trabajo fue realizado en colaboración con la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y, además de otros factores de riesgo, el estudio examinó también en que medida los niveles de este oligoelemento pueden influir en el desarrollo de otros tipos de cáncer. Los resultados de este estudio han sido publicados en la revista American Journal of Clinical Nutrition.
El selenio (Se) se encuentra en alimentos como pescados, mariscos, carne, leche y huevos. Abunda, de igual modo, en algunos frutos secos de América del Sur, como las nueces de Brasil o castañas de Pará. Se trata de un oligoelemento que se produce naturalmente en el suelo y las plantas, y entra en los cuerpos de los seres humanos y animales a través de los alimentos que ingieren.
Cabe notar que el suelo europeo, por ejemplo, tiene una concentración más baja de selenio, en comparación con otras zonas del mundo, especialmente respecto de América del Norte. Así, las deficiencias de diversos grados de severidad son comunes en la población general, y son la razón por la cual el ganado, en Alemania recibe suplementos de selenio en su alimentación.
Mientras que en Europa, ni una dieta rica en selenio ni suplementos de selenio adecuada se asocia con efectos adversos, la deficiencia de selenio se identifica como factor de riesgo para una serie de enfermedades.
Es el caso del cáncer. “Hemos sido capaces de demostrar que la deficiencia de selenio es un importante factor de riesgo para el cáncer de hígado”, dijo el Prof. Lutz Schomburg del Instituto de Endocrinología Experimental, añadiendo que, “de acuerdo con nuestros datos, la tercera parte de la población con el status de ingesta de selenio más bajo tiene una posibilidad de cinco a diez veces mayor de desarrollar carcinoma hepatocelular, también conocido como cáncer de hígado”.
En este estudio que involucró grupos de control, el equipo de investigadores europeos investigó una cohorte de 477.000 participantes, y los individuos seleccionados que habían desarrollado carcinoma hepatocelular durante un seguimiento de más de 10 años. Las muestras de sangre también fueron elegidas entre los participantes sanos y posteriormente se analizaron para determinar su nivel de selenio.
Schomburg aclaró que “nuestro estudio no muestra que la suplementación de selenio tiene un efecto protector contra el cáncer de hígado directa”. Sin embargo, “sí confirma la importancia de una dieta equilibrada, de los cuales el selenio forma parte integral”. Estudios previos habían sugerido una relación similar entre la ingesta de selenio de una persona y el riesgo de desarrollar cáncer de colon, así como el riesgo de desarrollar la enfermedad tiroidea autoinmune