Los fumadores y quienes consumen otros productos derivados del tabaco son más proclives a desarrollar enfermedades y morir antes que las personas que no lo consumen.
BioBio. Los fumadores y quienes consumen otros productos del tabaco son más proclives a desarrollar enfermedades y morir antes que las personas que no consumen tabaco.
Aunque sea probable que haya que intentar dejar de fumar más de una vez por lo adictivo de la nicotina, uno puede lograrlo. Pensar en cómo dejar de fumar es importante y existen varios recursos que pueden ayudar.
“Si bien dejar de fumar repentinamente o hacerlo de forma gradual puede funcionar, dejarlo repentinamente puede funcionar mejor según un estudio reciente que se publicó en los Anales de Medicina Interna”. Explica el doctor Dr. Jon Ebbert, del Centro para Dependencia a la Nicotina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.
El estudio implicó a cerca de 700 fumadores, asignados aleatoriamente a dejar el tabaco de forma repentina con la ayuda de parches para reemplazar la nicotina, o a reducir el consumo de manera gradual con la ayuda de parches con nicotina y un programa estructurado de dos semanas para disminuir los cigarrillos. Ambos grupos recibieron consejería para el comportamiento hasta el día marcado para dejar de fumar.
Después de 4 semanas, 49% de quienes estaban en el grupo que dejó de fumar repentinamente y 39% del grupo que lo hizo mediante reducción gradual continuaban sin consumir tabaco. A los 6 meses, 22% de quienes lo dejaron repentinamente y 15,5% de los que lo hicieron de forma gradual continuaban sin fumar.
No queda completamente claro por qué existe esa diferencia. Puede ser que la reducción haya sido muy pronta en el grupo que redujo gradualmente el consumo o que el horario de disminución haya hecho más difícil iniciar el primer día sin tabaco.
No obstante, hay una cosa que sí se conoce: la mejor manera de dejar de fumar es con la ayuda de uno o varios productos para reemplazar la nicotina y con consejería para el comportamiento. Dejar de fumar sin ayuda, sea de forma gradual o repentina, probablemente no ayude a dejarlo.
“Además, cada vez que una persona intenta dejar de fumar, su probabilidad de tener éxito aumenta. Si usted ya intentó dejar de fumar, pero no lo logró, no se rinda porque repetir los intentos y recibir consejería para el comportamiento y medicamentos de ayuda pueden hacer más probable que tenga éxito”, comenta el doctor Jon Ebbert.