Una paciente que llegó afectada por fuertes dolores descubrió que el insumo había sido elaborado en 2013 y había vencido en 2014.
Por La Nación. Una experiencia desagradable vivió Cristina Pinilla el pasado 30 de noviembre en la Clínica Alemana de Temuco, en el sur de Chile, donde acudió fuertes dolores, que en un principio ella atribuyó a cálculos renales. Tras 3 horas de espera, la empresaria gastronómica tuvo la atención que requería. Sin embargo, no fue la adecuada ya que el suero con analgésicos que se le suministró se encontraba vencido.
Fue ella la que se dio cuenta del grave hecho, al revisar la bolsa de suero que tenía fecha de vencimiento en 2014. “Estaba tan aburrida, que me puse a mirar esta bolsita, la que era transparente y que lleva impresa letras negras. Sobre esto, ellos (la clínica) le ponen un adhesivo blanco, con su logo arriba y con datos que en realidad no los miré. Comencé a despegar ese papelito blanco y de pronto logro ver fecha de vencimiento 2014. Vuelvo a mirar, ya que asumí que me estaba pasando rollos y decía fecha de elaboración 2013 y de expiración 2014”, explicó.
Una vez que alertó a la doctora del suceso, los funcionarios de la clínica entendieron que la situación anómala era grave y le pidieron a la paciente estar atenta a cualquier síntoma.
“… Llega el enfermero, observó la bolsa y reaccionó ‘ohhh… esto es grave’. Yo, por mientras, comencé a buscar información por internet con mi celular. Ahí explicaban que cuando se vence, deja de tener las propiedades y se transforma en agua común y corriente, a la cual le pudieron entrar microorganismos y si te la inyectan directamente a la sangre, los microorganismos pueden entrar a tu cuerpo y te envenenas”, explicó Cristina.
Redes sociales
En la clínica le dijeron que tomarían las medidas pertinentes para que no volviera a suceder con otros pacientes. Pero Pinilla no dudó en contar su mala experiencia a través de las redes sociales.
Y pese a que la enfermera jefa de la clínica Alemana la llamó para excusarse con la situación, en el centro hospitalario no agradó que la paciente viralizara la situación que le tocó vivir.
“… me llamó la encargada de Servicio al Cliente, dado que ella tomó el reclamo. Me dijo que quería hablar conmigo, ya que había visto unas fotos en Twitter que yo había subido y que en ninguna parte se indica que este producto era de ellos como clínica, o sea, poniendo en tela de juicio lo que yo tuitié. Yo consideré una falta de respeto que se ponga en tela de juicio mi denuncia y que se me diga -en cierta forma- que yo inventé una foto…”, comentó.
Y como si fuera poco, Cristina Pinilla aún no sabe qué fue lo que la llevó a requerir asistencia médica ese 30 de noviembre.